Adiós Código Lyoko (Lyoko #3)

Episodio 11.

Episodio 11: Besos, amor y mas amor.

Narra Odd.

-Vamos... El rosa te sienta genial. -Dije riendome.

-Mientes. -Dijo Sam achicando los ojos.

Me encontraba en una tienda de ropa con Sam, me pidió acompañarla ya que faltaba menos para el baile anual, aunque Sam tenía el baile unos dias antes que nosotros.

El baile anual era el único baile dónde todos los estudiantes de Kadic asistian, y faltaban solo tres dias.

Que rápido pasa el tiempo y nosotros seguiamos luchando contra Xana.

-Esta bien, me has pillado... -Dije fingiendo tristeza.

-¡Lo sabía! ¡Eres un mentiroso! -Dijo ella fingiendo traición. -Ahora si me permites esta princesa tiene que cambiarse.

-Espera... ¿escuchas eso? -Le pregunté.

-¿El que?

-Creo que es un... -Dije alzando mis manos hacia ella lentamente. -¡Monstruo que viene a comerte!

Grité y me propuse a hacerle cosquillas.

-¡Para Odd! -Gritaba mientras reía. -¡No hace gracia!

-¿No? ¿Y por que te ries tanto? -Pregunté mientras alejaba mis manos de ella.

-¡Tonto! ¡Se supone que eras mi principe azul! ¡No un monstruo!

-Soy un transformer Sam. -Dije riendome.

-Además nos acabarán echando de la tienda y yo aún sin ningún conjunto para el baile. -Dijo cruzando los brazos.

Me quedé mirandola extrañado ¿ella preocupada por su ropa? ¿estaba comportandose como... una adulta en las tiendas? Esto era muy raro... Y raro en plan "no me gusta nada".

Ella volvió a su probador, y yo me quedé algo aburrido esperandola.

Miré la hora, ya habían pasado 5 minutos.

Ojalá Sam fuera a Kadic, sería todo mas fácil, podría verle desayunar, comer y cenar, a lo mejor... Incluso dormir.

No pensé jamás encontrar mi amor verdadero, de echo no creía ni siquiera en eso.

Pero Sam... Me ha echo ver las cosas de otro modo, Sam... me ha cambiado.

-¡Tachán! -Exclamó Sam pegandome un susto mientras abría la cortina. -No me pude resistir.

Fué verla y que un ataque de risa se apoderara de mi.

Llevaba puesto un vestido larguisimo rosa pastel apretado, con una diadema, pero eso no era lo mas gracioso, llevaba unas gafas de sol puntiagudas.

Esa Sam, si que era MI Sam.

-¡Odd! ¡Ayuda! ¡Estoy en peligro! ¡No puedo cruzar al otro lado! Hay un zapato que me impide el paso.

-¡Enseguida voy! -Dije y con esto la cojí y la saqué del vestuario.

-¿Van a comprar eso? -Dijo una dependienta fríamente.

Solté a Sam haciendole caer al suelo.

-Vaya caballero... -Se quejó frotándose el trasero de dolor.

-¿Hola? -Repitió la dependienta.

-¿Que? ¿Que pasa? -Preguntó Sam.

-¿Va a comprar ese vestido? -Preguntó la dependienta.

-Claro ¿por que no? -Dijo Sam.

-¿Enserio? No tienes porq... -Le susurré.

-¿Cuanto cuesta? -Preguntó Sam sacando la cartera.