Silencio

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Agitados y con las manos ocupadas acariciando el cuerpo del otro, estaban listos para hacer lo que habían venido a hacer.
Sinceramente el sexo oral fue demasiado bueno en ambos casos, pero ellos no querían quedarse en simplemente prenderse por qué sí, lo habían hecho con un propósito, ese que se iba a cumplir ahora.

Yoongi alzó el rostro de Jimin y besó castamente sus labios,mientras que Jimin daba suaves caricias en su pecho, rozando tentativamente sus botones sensibles que le producían suaves sensaciones en el mayor, pero no como en Jimin, que en ese momento estaba con la cabeza hacia atrás a causa del tocamiento en sus sensibles pezones.

Yoongi inclinó el cuerpo de su amante hacia adelante. - Serás un bien conejito y saltarás sobre Daddy, está bien bebé?-

-Me gusta que me trates así, lo sabes, pero hoy no seré yo quién suplique por más, está bien?- susurró en su oído mientras acariciaba el cuello del mayor, proporcionando mayor sensibilidad en la zona.

-¿Entonces el que suplique prinero pierde?- le pegó suave en su apompada mejilla -¿Qué pasará con el perdedor?- El peliazabache beso con fervor el cuello suave y lechoso del menor, amaba cómo con un simple toque se volvía todo un revoltijo de moretones y marcas rojas, ese nene era suyo e indiscutiblemente él le pertenecía de la misma manera.

-Sí tu pierdes, puedo hacer lo de te de la gana conmigo todo un día y si yo pierdo, tú harás lo mismo- el pelirosa miró a su amante, esos ojos tan tiernos y transparentes no perdían su esencia con los años, había lujuria, deseo, amor y pasión, todo ello en una mezcla de sensaciones infinitas que les hacían enloquecer.

-Me parece perfecto- suspiró Yoongi, cada día le encontraba algún detalle que había pasado por alto cada vez, y lo agradecía porque era una muestra de que apesar de que no eran los mismos, su amor, que frente a los demás era una aberración sexual, para ellos era la muestra más pura del amor; se mantenía latente en cada pecho, demostrándose así que eran el uno para el otro, que simplemente estaban destinados a ser uno, cómo ahora.

Sus erecciones rozaban desde hace un rato y el vaivén del menor estaba humedeciendo el del otro, sentir la desnudez del pelirosa era la mejor sensación, sentirlo tan desnudo lo excitaba demasiado.

-Puedes morder tus labios si hago muy buen trabajo, Daddy- Yoongi asumía eso con la derrota, pues era una manera de callarse, no iba a acceder y conociendo a Jimin, evidentemente era una trampa para hacerlo caer más fácil, todo era más fácil.

-Voy a volverme muy rudo bebé, no querrás eso, sabes lo que significa, verdad?- realmente se iba a volver loco si Jimin se ponía en su papel de nene necesitado.

-Hazlo- susurró muy bajito en su cuello, pero no dudó en hacerlo, alineó su húmedo miembro en la dilatada entrada de su bebé; sintió como los músculos le abrían paso a su miembro y cuando finalmente estuvo dentro, suspiró en el pecho del amado.

-Es muy bueno~- Jimin se enderezó y acomodó sus piernas para que sirvieran de apoyo. -Me gusta taaanto-

-Salta bebé- Yoongi usó sus brazos para sostener el parte trasera de Jimin, sujetándolo fuerte para crear un ritmo agradable para ambos. El pelirosa unió sus manos con su amante para usarlas como soporte, Yoongi hacia fuerza en sus antebrazos para sostener el peso de Jimin.

Mientras que el pelirosa sentía como de estaba abriendo lentamente cada vez más, con la presión de saber que cualquiera podía entrar en interrumpir su acto, su juego entonces de volvía un poco más serio pero presuntuoso, tenían el reto de ganar frente al otro pero de igual manera, ganar ellos dos culminando ambos allí.

Los cortos y continuos saltos que daba Jimin lo hacía todo más difícil, pues para Yoongi, sentía como esa protuberancia era constantemente puesta en contacto con la punta de su miembro, mientras que Jimin sentía como abusaba dentro suyo.

Come here, Daddy~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora