Frecuencias(Relato Original)

Parte 3

A los 7 años recuerdo que Mariana me había tumbado la diadema de mechones que tanto me gustaba del cabello, la tomó con coraje y la tiró al suelo. La diadema aludía a una serie televisiva llamada Drenajes con una protagonista de color; tenía ojos verdes y mechones de colores. Ella y su acompañante resolvían asuntos policiacos,  además de que tenían un romance, un romance realmente emocionante. Es como si hablaramos de Brennan y Seeley Both de Bones, la nueva serie de éxito policiaca.

Mariana decía que yo era una tonta, que no debí de haber existido y otras atroces cosas que dicen los niños de 7 años mientras los adultos estan ocupados trabajando o resolviendo asuntos muy revoltosos. Mientras que... bueno, yo cobardemente le decía "Algún día recibirás tu merecido". Esa vez me dió un golpe en la nariz y me salió sangre, lloré hasta que mis ojos enormes se hincharon.

-Llora, te mereces todo lo que te hago. Ojos de sapo.

Mariana no me quería y por más que le daba vueltas al asunto no encontraba respuestá del porqué, yo jamás le hice nada. Lo unico en lo que no podía dejar de pensar era que yo tenía que cambiar y ser de una personalidad  más fuerte, una en donde si me pegaban en la naríz yo devolvía el golpe con más fuerza y en un lugar estrategico como en su mejilla. quería ser de esas chicas a las que respetan por su fuerza y su inteligencia. 

Esa noche fue muy extraña porque tenía mucho sueño, mis ojos pesaban como si hubiera estado en el parque de juegos todo el día y mi cabeza estaba saturada y ardía como un techo de lámina en verano.

No le dije nada a mis padres y solo me rendí a la cama. Este es el punto de partida de esta historia, el punto interesante en donde empiezan un viaje. Un viaje donde trato de distinguir que es realidad y que es sólo parte de mis sueños. A esta historia le llamo Frecuencias por mi afición a Drenajes, la diferencia es que Tom Fitchen no dirigía mi vida, era yo y nada más yo.