Sacerdotisa y Vigilante

1K 104 110
                                    


Una vez había leído que el misticismo era el verdadero poder femenino

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Una vez había leído que el misticismo era el verdadero poder femenino. El dinero, lo concreto y material era una fuerza masculina, mientras que la seducción, la magia y lo espiritual caía en el lumbral femenino. Por supuesto, había sido un estudio antropológico sobre culturas y no algo que comparar con el tiempo presente de su realidad. Ese libro analizaba cientos de culturas en donde veían la necesidad de complementar ambos aspectos para un equilibrio. No había nada malo en ninguna de las dos opciones y lo espectros que conectaban ambas eran el verdadero destino de la humanidad. Mentes espirituales pero concretas. Magia y Ciencia. Agilidad y Fuerza. Pero por sobre todo el objetivo era aquello en la mitad. La unión de ambas cosas.

Lo había leído siendo una niña y se lo había recitado a sus amigos. Ellos entendieron sus palabras, tal vez porque cazaban algo de esa magia y obscurantismo que se asociaba con lo femenino. Si el Dios era el Sol, la Diosa era la Luna. El día era masculino, la noche era femenina. Vida y Muerte. Bien y Mal. La vía en el medio. Ellos que habían nacido al otro lado, buscaban cruzar el camino para llegar a todo ese mundo de sombras y peligro. Una zona que se suponía estaba gobernada por lo femenino. Un mundo que en teoría ella pertenecía simplemente por ser. Así que jamás vio la necesidad de hacer el camino que ellos recorrieron. Nunca quiso encontrarse en el medio. La feminidad mortuoria, venenosa, peligrosa era lo único que ella conocía y disfrutaba.

No quería estar equilibrada, estaba bien en el extremo más alejado, ahí donde la realidad, la luz, el capitalismo, la sociedad o lo que fuese no la alcanzaba.

Cuando Karen se unió a los góticos le leyó el mismo pasaje, esperando ver su reacción ¿Qué opinaría de la idea de que la perfección radicaba en el medio de lo masculino y femenino? Los ojos de la pequeña centellaron y dijo algo que ella ya había pensado.

"Me recuerda a mi hermano mayor"

Sus amigos se rieron, obviamente, porque no habían estado ahí, en la pelea contra los vampiros. No habían visto que mientras los otros niños pretendían tener poderes, Mysterion en verdad los poseía. Sus amigos no habían atestiguado al lúgubre vigilante de voz ronca y vibrante admirar su poder, el que Henrietta poseía. El héroe de South Park había visto la manera en que ella usaba a Satán como su sirviente y había sonreído al saber que no estaba bromeando, que fuera del teatrillo, estaba ejerciendo verdadero poder satánico y la miró como si hubiese una broma oculta entre ambos. Una que hasta ella había desconocido. Y el protector vigilante, el "ángel guardián" de Karen, que había luchado contra los niños buenos de los vampiros, pero había permitido a Henrietta tomar a la pequeña y ponerla bajo su protección. Lo cual la había sorprendido.

Karen tenía razón, Kenny estaba en el medio de lo masculino y femenino. A lo largo de los años lo había visto ser el delicado concepto de una princesa y también una arpía sin corazón capaz de apuñalar a sus aliados por la espalda, pero también el fuerte, vulgar y sexual concepto de masculinidad pueblerina. Las "personas" que podía ser Kenny siempre terminaban siendo algo parecido a arquetipos sociales. Pero su favorito era Mysterion. El vigilante nocturno, de armas tomar, dudoso camino, pero con moralidad clara. El héroe. El ángel. Porque cuando Karen hablaba de su grandioso hermano mayor, Henrietta quería reírse ¿Qué tipo de embustero era Kenny para mantener a la niña tan bien engañada? Y ni qué decir del "ángel guardián", literalmente era la hecatombe de todo lo correcto a ojos de la menor. Kenny, el chico que devoraba con la mirada sus piernas, que le hablaba un par de segundos a su escote antes de recordar que tenía ojos. El chico que sonreía con travesura e insinuaba pecaminosas ideas a la ligera ¿Era el buen hermano que le hablaba a Karen de lo importante que era disfrutar la niñez y jamás adelantarse solo porque otros lo hicieran? Mysterion, el héroe que no tenía miedo a las balas, el vigilante que insultaba, noqueaba y no le tenía miedo a la autoridad a la hora de decirles cómo apestaban en su trabajo ¿Era el ángel guardián que le recordaba a Karen dormir temprano, jamás iniciar una pelea y que nunca se metiese en problemas?

Sacerdotisa y Vigilante  «South Park»Where stories live. Discover now