Tomado desprevenido, Itsuka Shidou es derrotado y muere a manos de Industrias DEM, perdiendo todo aquello que él amaba.
Apareciendo en un algún lado desconocido de la vida, un ser que nunca ha visto lo salva de las garras de la muerte, diciéndole qu...
Nos encontramos en lo que parece ser un gran terreno de campo de flores, cubierto en su totalidad por vegetación verdosa, junto a todo tipo de hermosas flores en esta. Pero entre todo este mar de plantas, había 2 personas juntas, la una encima de la otra, siendo que la que estaba encima era una chica y la que estaba debajo de ella tirado en el suelo era un chico. Un peliazul, que hace no más de unos segundos, se había enterado de algo que era más que sorprendente para esta situación y tenía los ojos muy abiertos por la gran sorpresa de la que se enteró.
Primero que nada, ¿cómo era esto posible? Era totalmente imposible que esto estuviera sucediendo, no era posible que existieran 2 personas que fueran exactamente iguales, en todo el sentido de la palabra, y que tuvieran exactamente el mismo objeto que siempre llevan consigo. No lo entendía, definitivamente Shidou no entendía para nada de esto.
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La chica mencionada, de 16 años, cabello celeste pálido, piel blanca, ojos azul marino, camiseta rosa, chaqueta celeste opaco y pantalones cortos, lo miraba con una media sonrisa a un Shidou con un rostro sorprendido de no creer lo que veía.
-Espera un poco... ¿cómo es posible? No puede ser que tú seas... -fue interrumpido por la chica.
-Escucha, sé que... puedes estar confundido por todo lo que sucedió, pero... si me dejas hacer esto por unos momentos, te prometo que lo vas a entender todo -dijo la chica para acercarse más a Shidou y tocar su frente con la de él.
Al momento de hacer contacto, una gran descarga paso por la mente del peliazul, estaba viendo recuerdos que no conocía para nada. Pero no podía negar que esos recuerdos fueran de alguien más, porque ahí estaba él haciendo cosas rutinarias, veía a su hermana con él ahí con un uniforme de escuela, veía a Mana estar viviendo en una casa con él. Y había alguien más ahí, una chica con el mismo aspecto que la que tenía frente a él. Veía a la chica que no tenía alguna expresión en su cara, pero conforme iban pasando las imágenes, veía el radical cambio en la actitud de la chica a una que sonreía de oreja a oreja. También observaba como pasaba el tiempo junto a ella y como ambos sonreían cuando estaban con el otro. Hasta que, de un momento a otro, las imágenes se detuvieron, dejando a Shidou al principio de esto con la chica encima de él.
Movió un poco a la chica para recomponerse para poder pararse y estar más cómodo. La chica vio esto y por su mente paso que a lo mejor había funcionado, estaba segura de eso. Ambos se pusieron de pie y quedaron enfrente del otro.
-Entonces, Shin... ¿ya recuerdas quien...? -no pudo terminar cuando Shidou la abrazo, sorprendiéndola por completo.
-Sí, ya recuerdo todo, recuerdo todo de ti... Mio -le habló con calma Shidou, provocando una enorme alegría en la chica ahora ya conocida como Mio.
-Shin... Shin... -Mio correspondió a este abrazo con gran gusto de hacerlo. Se sentía bien hacerlo después de tanto tiempo.
-Estoy tan feliz de volver a verte. Pero no entiendo como estas aquí, ¿cómo supiste que estaba aquí?
