Nuevo profesor filosofo

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-Muy bien alumnos espero... el día de hoy alguien... cualquier persona, haya aprendido algo sobre lo que el baile es. Gracias. Pueden irse - dijo mi amado profesor. Pero yo no quería que irme, quería seguir viéndolo explicar. Aunque yo no prestó atención, igual.

Quiero escuchar y ver mover sus labios, ver como se relame cada vez que termina una frase larga, quiero seguir esperando a que sus ojos conecten con los míos, creando una conexión que me hace sentir mil mariposas, extrañare verlo durante el día, casi siempre nos topamos cuando el va a su respectivo salón de clases. Cuando pasa por mi lado puedo sentir como su olor se impregnan en mis fosas nasales, es como si fuera oxígeno, suena loco decir que el olor de tu profesor es como oxígeno, pero bueno... para mi es así.

-Señorita Alejandra – me aparte del susto y el impulso hace que me caiga de espaldas junto con la silla – Alejandra, ¿esta bien? – sentí sus manos posicionarse a los lados de mi cabeza. Asentí hacia su pregunta - ¿puede levantarse? – asentí otra vez y me levanté del suelo. Estaba levantada y estaba bien, pero el aun no me quitaba una mano de encima. Mi corazón latía fuertemente y mi respiración se volvió costosa – lo siento – dijo el y se aparto soltando el agarre que tenía a los lados de mi cabeza

-Yo... si... a-adiós - tomé mis cuadernos y corrí del aula. Tropecé con mucha gente, pero eso era lo de menos, yo solo corría y corría por los pasillos hasta llegar a mi casillero y apoyando la cabeza sobre esta

- ¡Alee! – salte del susto y agarre mi pecho. A esto me refería que en mi sueño estaba muy callada. Alice es una parlanchina y le gusta bromear, no es de mantenerse callada

-Idiota, me asustaste maldita – dije abriendo el casillero para sacar los libros de la próxima clase

-si... oh hola... ¿Cómo estas, Alice?... oh ¿yo?, pues muy bien... ¿tu cómo has estado? – dijo en tono de burla - ¿así es como me demuestras tu amor? – bufo – se supone que mi amiga se interesa por mi y no se desaparece todo el fin de semana

-lo siento yo... tuve problemas antes de eso – dije y sí, me refiero a lo que paso con el profesor en el café, pero es que esas cosas no se superan fácil

-debes contarme lo que paso ¿esta bien? – dijo Alice tomándome por los hombros y mirándome fijamente. Este es su "modo madre protectora", en donde cualquiera que me haga daño terminara sin pelotas o con dientes rotos

-Si, está bien – dije y ella asintió soltándome los hombros

Caminamos hacia clases, yo en silencio y Alice hablando sobre que se ira a casa de su tía en verano.

- ¿Por cuánto te vas? – dije entrando por la puerta de clases

-Todo el verano – mencionó soltando un suspiro

-Humm... ¿algo más en particular por el que quieras irte allá? – pregunte dejando mis libros en el pupitre y sentándome

-que... pfff... sabes que adoro a mi tía...adoro cuando cuenta sus historias en viajes, adoro sus... tejidos... adoro... sus... ammm... sus gatos, ¡sí!, me encantan sus gatos

-aja... digamos que te creo

-es la verdad amiga – dijo y guardamos silencio

Paso casi media clase y el profesor no llegaba

-No se ustedes... pero yo me voy – dijo un compañero de clase

-Creo que sus planes deberá cancelarlos alumno – dijo un hombre de unos 25 años entrando al salón. Era alto, de ojos verdosos, castaño claro, y tenía puesta una camisa que hacia notable sus músculos bien trabajados – soy su nuevo profesor. Mi nombre Esteban Rush, díganme profesor Rush, no hay excepciones – guiño un ojo a la clase haciendo que todas soltaran suspiros – bien... empecemos con las presentaciones – dijo y camino lentamente a la primera fila – usted primero – este apunto a Lucy – como se llama, edad, que aspira a hacer y... que es una silla –

-Ammm... pues yo me llamo Lucy Hills, tengo 16 años, me gustaría estudiar psicología y pues... una silla es para sentarse, es lo que opino de eso

-Bien... prosigamos – dijo el maestro mirando a el otro alumno. No me di cuenta de que mis ojos se cerraban ni de que era mi turno, de no ser porque Alice me dio un empujón – Es tu turno señorita

- ¿es necesario pararme? – dije rodando los ojos

-Si que sí, arriba y responda las preguntas que di para que respondieran

-Bien... - dije parándome – Mi nombre...

-No escucho señorita, ¿podría hablar más fuerte?

-Sabe no es por ser maleducada, pero si no escucha desde tan corta distancia, quizá debería aprender a limpiar mejor sus orejas profesor – dije y todos en el salón rieron, note un pequeño rubor en sus mejillas

-Siga respondiendo – dijo apretando los dientes

-Bueno, bueno... Mi nombre es Alejandra Ortiz, tengo 16 años... me gustaría estudiar... Humm no lo había pensado, tengo bastante tiempo como para pensar eso ahora, pero me gusta el baile, ahora ¿qué es una silla?, pues para mi si... también es algo para sentarse, pero... hay miles de cosas que sirven para sentarse, un banco, un sillón, así que... para describir una silla sería mejor, describir su forma mas que nada, porque... algo que es para sentarse... yo por mi parte imagino mil y una cosas para ello, ¿qué es una silla?, usare mis palabras y las palabras de Wikipedia "silla es una de las miles de cosas para sentarse" o también es una palabra para muchas cosas, que no solo corresponden exactamente eso así que... ¿Qué es una silla en realidad? – dije y me senté de nuevo. Arregle mi ropa y mire al frente, el maestro esta con la boca abierta y los ojos muy abiertos, todo el salón está observándome mucho, demasiado - ¿Qué pasa aquí...?

-Señorita Alejandra, debo decir que su... explicación, realmente me impacto y su... forma de ir más allá con las preguntas realmente me gusta. ¿Podríamos hablar después de clases?

-Mmm... no me parece mal – dije y abrí cuaderno

-Si... esta bien. Sigamos con las presentaciones – dijo el profesor y yo me dispuse a dibujar, de vez en cuando levantaba la vista para ver como se presentaban y podía ver al profesor viéndome con "disimulo"

Seguían y seguían presentándose, y me reía bajo al escuchar a varias personas tratar de imitar mi respuesta, y no los juzgo, la respuesta que di ni yo me la imaginaba, solo salió de mi

-Bien... eso es todo por hoy – escuche al profesor cuando el timbre sonó – Señorita Alejandra, ¿me haría el favor de acompañarme? – asentí en respuesta

- ¿Qué trama el nuevo profesor contigo? – dijo Alice a mi lado – no me da buena espina

-Que va... si me hace algo recuerda que me enseñaste tus fantásticos trucos de karate – dije riendo

-Es cierto, bueno ya me voy. Te espero... bajo el árbol – asentí y ella se fue

-Tengo muchas cosas que hablar con usted señorita – dijo el maestro saliendo conmigo del aula – siempre escuche la misma respuesta "algo para sentarse", algo simple, pero nunca había oído esa respuesta tan... tan completa tan... no lo sé... realmente me quede pensando

-Es una de las pocas cosas que herede de mi padre – dije apretando mas los libros a mi pecho, recordarlo o nombrarlo a veces duele

-Bueno... sigamos, vamos a la cafetería

Y así estuvimos un buen rato, hablando filósofamente. En un momento creí ver al profesor Ricardo, pero... no me importo en ese momento, a veces me gustaría tener estas conversaciones con Alice, pero ella no es de tomar muy en serio las cosas

Al final del día, vi a mi profesor y este me miro mal, vi que intentaba no fruncir su ceño, pero no podía

No sé qué le pasa

Pero...

¿tendrá que ver conmigo?

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Gracias por leer, ¿voten? XDXD

siganme wachos 

I love u

Mi profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora