ENFERMO

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Ponerse enfermo en vacaciones. Seguro que a todo el mundo le habrá pasado alguna vez.

Y Jin no era la excepción.

Cuando salió en busca del menor por las frías calles de Seúl se olvidó completamente de abrigarse bien, ocasionandole así un resfriado.

Le dolía la cabeza a horrores, su cuerpo pesaba como si fuera plomo y no hacía nada más que estornudar, además de que ni se movía de la cama, pero no era porque no quisiera, más bien porque no le dejaban.

JungKook no le dejaba hacer nada, decía que para recuperarse tenía que reposar, que él se encargaría de lo demás. Ya no lo abrazaba, hasta decidió que era mejor que él durmiera en el sofá para que el otro estuviera más cómodo.

Jin por un lado estaba contento de que se preucupara por él, pero por otro lado no se sentía bien que el menor se esforzara tanto en cuidarlo además de que le estaba comenzando a fastidiar, un poco, sólo un poco la actitud del menor.

Se giró en la cama y vio que aún era temprano. Sintió como un brazo se posaba sobre su abdomen, giro la cabeza y se encontró con un Jungkook con intenciones de despertar. Esa noche se había quedado a dormir con él después de las inumerosas insistencias del mayor.

— Buenos días — dijo el menor bostezando—¿Cómo estas hoy?

—Mejor—dijo sentándose para después levantarse.

—¿A dónde vas? Sabes que tienes que descansar.

—Voy a darme una ducha.—dijo con un tono un poco más molesto de lo que pensaba usar.

Al salir se encontró con la cama hecha y ningún rastro de JungKook .

Se dirigió a la cocina y encontró a JungKook haciendo el desayuno, parecía manejarse bien en la cocina pero estaba seguro que podría hacerse daño.

Jin no era estupido, sabía que no dormía bien, escuchaba ruidos en la sala a medianoche. Pasos de un lado para otro, inquietantes, como si algo le preocupara. Y él sabía que era ese algo, lo sabía porque después oía que esos pasos se dirigían hacía la habitación para después escucharse como la puerta era abierta suavemente. Veía como el menor se acercaba a él y le tocaba la frente para comprobar su temperatura, veía la cara de preocupación que ponía el menor al ver que la temperatura había subido, porque él también lo sintia así. Es por eso que no se sorpredenderia que se cortara un dedo.

— Jungkook deja eso puedo hacerlo yo.

— No, tú tendrías que estar recostado.

— Y tú tendrías que estar durmiendo, es temprano aún, se que no duermes. — JungKook paró sus movimientos y se giró a verle sorprendido.

— No se de que me hablas.

— Si sabes, yo estoy bien, el que tendría que descansar eres tú.

— Hyung recuestate el desayuno está casi listo.

— Por Dios JungKook, sólo es un resfriado.

— Que podría volverse grave si no descansas.

— JungKook deja eso.— dijo exasperado comenzando a dolerle la cabeza.

— Ahh — emitió un pequeño grito de dolor.

Jin se acercó rápido donde estaba el menor. JungKook se había cortado. No era muy profunda pero podía infectarse si no la curaba antes. Jin cogió con cuidado la mano del menor para mirarlo más de cerca pero el otro la apartó de inmediato.

— No es nada.

— JungKook por favor, déjame curarte antes de que se te infecte.

— No Jin, tampoco es para tanto.

Jin harto de las escusas del menor lo cargó ante las quejas de que le bajara. Lo sentó en el sofá y le dijo que no se moviera de allí, después fue en busca del botiquín y se sentó a su lado, le extendió la mano esperando que el otro pusiera la suya. JungKook le miró desconfiado para después poner su mano sobre la de mayor y dejar que le curase.

— No entiendo como es que pueda sangrar, se supone que soy un fantasma.

— No eres del todo un fantasma JungKook, recuerda que NamJoon dijo "un especie de fantasma".

— ¿Saliste con él?— preguntó de repente.

— Sí, aunque no fue una relación que se pudiera llamar relación.— respondió dudoso a la repentina pregunta.

— ¿Por qué lo dices?— preguntó con inocencia.

— Nada importante — decidió no explicarle, tampoco quería dejar traumado al menor —¿Por qué la pregunta?

— Nada, curiosidad.— aunque esa respuesta no era del todo correcta.

— No entiendo por qué eres así, tan preocupado.— cambió de tema el mayor.

JungKook lo miró por unos instantes para después bajar la mirada a su mano que estaba siendo curada por su hyung.

—Tú siempre estas cuidando de mi, te preocupas mucho por si estoy bien o si me duele algo y pensé que está era mi oportunidad de devolverte el favor, de pagarte todo lo que haces por mi, además de que todo esto es por mi culpa.

A Jin casi le da algo y no por la fiebre que traía, se estaba muriendo de ternura. JungKook se veía como un pequeño de tres años intentando excusarse por su primera travesura.

— No tienes que devolverme nada JungKook y claro que no es tu culpa, lo hago porque quiero ayudarte y porque te quiero, además nadie se podría resistir a un conejito tan adorable como tú.

JungKook sonrió avergonzado. Sabía que ese "te quiero" no estaba en el sentido que el quería que fuera, como él lo sintía.

— Pues déjame está vez, sólo está vez cuidarte hasta que mejores.

— Está bien, sólo si dejas que te ayude con el desayuno y que vuelvas a dormir conmigo.

— Pero hyung tienes que descansar...

— Nada de peros, ahora vamos que ese desayuno no se va a hacer sólo.

Encuentro Inesperado [Jinkook]Where stories live. Discover now