8.- Lágrimas.

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Otabek Altin - Azrael:

Al escuchar mi grito, Yuri vino corriendo a ver qué había pasado. En cuanto vio al señor Nikolay tirado en el suelo, se puso pálido de golpe y calló de rodillas a su lado mientras yo llamaba a una ambulancia.

"Aparta el periódico de la vista del muchacho"

Escuché que susurraba el ángel a mi oído, cuando terminé de hablar por teléfono.

"Por el momento es más que suficiente para él."

Anna llegó de inmediato, mientras el chico y ella antendían al anciano, yo quité el periódico de en medio y diez minutos más tarde llegaba el transporte sanitario.

— ¡Aléjate de mi familia! — me gritó Yuri empujándome por el pecho — ¿Acaso no te das cuenta de que lo único que haces es daño?

Aquellas palabras me dejaron sin aliento. Agaché la cabeza y me fui de allí. Pese a que el ángel pugnaba por detenerme.

Dos manzanas más allá del hogar de los Plisetsky me dejé caer contra la pared lateral de un edificio que daba a un callejón sin salida. Los músculos me dolían como si me hubiera tenido que enfrentar a un elefante.

"¡Maldito humano obstinado! ¡¿Qué demonios haces?!"

— ¡¿Que qué hago?! — pregunté a media voz. — Cuando me quité la vida, lo único que quería era dejar de sufrir, no hacer daño a nadie...

La voz se me quebró a la vez que mi cuerpo cedía bajo mi propio peso y el peso de un sufrimiento que parecía adherirse al mío, aunque hubiese tratado de liberarme de todo el dolor.

"Hay modos de arrancar el dolor..."

— ¿Sacando un clavo con otro clavo? — pregunté con acritud.

"Tienes que regresar... ¡Ahora!"

— Antes voy a averiguar algo — murmuré poniéndome en pie con la ayuda de la pared. Por suerte tenía unos kopecs en el bolsillo. Me acerqué a un kiosco y me hice con el mismo periódico que había visto en la casa de Yuri. Leí el titular y de inmediato até cabos.

" Ahora es mi turno, Otabek Altin."

Sentenció tomando el control y logrando que se oscureciera el mundo a mi alrededor.

†††

Por lo general me guío por el sonido primero y luego por los colores. O mejor dicho, un color; el rojo.

El sonido es el latido del corazón, cada uno es totalmente distinto a otro. Unos laten de manera automática, sin un objetivo claro, sin un motivo, otros lo hacen por amor, codicia o venganza.

Y luego estaban los corazones que no sabían la razón por la cual latían, como el de mi huésped.

— ¿Se encuentra bien, señor? — preguntó el mortal que nos había vendido el periódico.

Lo miré y asentí antes de alejarme de allí.

Yaroslav vivía en un bonito apartamento no muy lejos de la facultad de Bellas Artes. Mientras cruzaba el puente que conectaba las dos orillas del Neva, una gran lámina de hielo pasó flotando en las aguas grises.

Lo vi salir de la vivienda con un aire de satisfacción que me resultó vomitivo.

Lo seguí hasta un café donde se reunió con un tipo calvo y gordo. Tomé asiento en una mesa algo apartada y pedí un latte Macciato.

Me concentré en la conversación que estaban teniendo mientras fingía mirar con desinterés a través del ventanal.

— En verdad que es una monada tu hijo... — dijo el calvo con la voz algo ronca. — Aunque tus trapos no sean una oda a la originalidad, si los lleva puestos, la gente los comprará como churros o al menos se interesará en el chico y éso, a fin de cuentas te reportará la pasta.

—  Lo que me preocupa es poderle pagar a Smirnov éso — replicó Plisetsky.

El otro ahogó una carcajada.

— Amigo, deja que te diga que estás muy, pero que muy jodido — le dijo como si supiera muy bien de lo que estaba hablando. — Va a hacer que le pagues los intereses hasta con tu sangre.

— ¡¿Crees que no lo sé...?!

— ¡Shhhhhht! ¡Idiota no levantes la voz! — lo cortó el gordo.

— ¡Bah! Haré lo que pueda por que no me obsequie con una bala en el cráneo — dijo y a mi espalda oí como se levantaba arrastrando la silla. — Hoy invito yo.

— Yo de ti me guardaba hasta el último kópec — lo aconsejó.

— Dominic, deja que te recuerde que bastante jodido estoy con un viejo achacoso, como para que vengas tú también a autoproclamarte como mi padre — dijo cortante y se fue de allí.

Pasó por delante del ventanal y vi que su lapso de vida estaba a menos de un mes de agotarse.

Me terminé la bebida y me levanté de mi asiento para pagar y al pasar por el lado del "colega" de Plisetsky, obtuve la información que necesitaba.

¡Hola!:

¡Cuánto tiempo! Este capítulo me ha costado más de lo que esperaba, es por éso que tal vez no me haya quedado todo lo bien que quisiera. ¡Por favor, don't you kill me!

Mientras lo escribía tenía puesto en bucle Rain de The HardKiss. Es un grupo ukraniano de pop progresivo liderado por una chica que tiene una voz alucinante. Esta canción ha logrado llevarme al estado de ánimo que necesitaba y, sinceramente, creo que me he enganchado a ellos. Os paso el link para que lo disfrutéis y me dejéis vuestra opinión.


¡Woooow! Creo que es la primera vez que escribo un Free Talk tan largo... Espero no haberme puesto muy pesada.

Nos vemos dentro de poco...



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⏰ Last updated: Oct 04, 2018 ⏰

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Death's Embrace.Where stories live. Discover now