❁❀❁

253 17 8
                                    

- ¡No, detente!

Entre carcajadas una joven pelirroja intentaba en seguidos y fallidos intentos sostener las manos de su contraria, la cual se encontraba encima de ella, buscando las zonas de su cuerpo que provocaban que se retorciera de la risa.

- ¡Hayley, para!

Rogo una vez más, nombrando a la chica responsable de su 𝑠𝑢𝑓𝑟𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜.

- ¡E-Estoy llorando!

- ¡Jessy!

En cuanto la castaña de cabello corto desvió su mirada hacia el rostro de la menor, sintió como sus muñecas eran fuertemente agarradas en cuanto se distrajo. Rápidamente sus ojos celestes buscaron rastro alguno de las lágrimas que la pelirroja había afirmado tener, pero únicamente tenia sus ojos cristalizados y irritados, rastro de que antes de su ataque de cosquillas la había estado consolando por aqu-

Borro esa imagen de su mente rápidamente.

- ¡Pequeña mentirosa! - Exclamo, mientras intentaba soltarse del agarre que le impedía continuar con su cometido.

La pelirroja negó con su cabeza sonriendo y con rapidez la tomo por el antebrazo para proceder a jalar hacia un lado con fuerza. Hayley se dejo llevar, y de esa manera cayo a un lado de ella, rebotando un poco sobre la cama.

Sin embargo, en cuanto Jessy soltó su agarre, hizo provecho de ello y tomo la mejilla de la pelirroja con suavidad, haciendo girar su rostro para tenerla de frente. Se mantuvo de esa manera unos cuantos segundos, para después acercar su rostro con lentitud al de la contraria.

Un pequeño sonido de sorpresa se escucho por parte de la menor, quien permaneció inmóvil mientras observaba el rostro de la castaña acercarse, solo se dedico a cerrar sus ojos y esperar.

Un suave beso de ángel fue depositado sobre sus párpados, para después ser rodeada por la cintura y acercada al cuerpo de la contraria, en un cálido abrazo.

Solo se dedico a esconder su rostro en el pecho de la mayor, con sus mejillas ruborizadas de la vergüenza.

- Idiota. - Un bajo murmuro fue hecho por parte de la pelirroja.

- Tu idiota. - Aquella fue la respuesta de la mayor.

[. . .]

Jessy mantenía su aburrida mirada fija, releyendo aquellas hojas que tenia en sus manos. Suspiro con pesadez mientras dejaba aquellas hojas sobre su cama, para después levantarse de esta y salir de su habitación. A dichas horas Hayley debería estar en la universidad así que prefería no pensar en ella y extrañar su dulce compañía.

En cuanto bajo al primer piso y se adentro a la cocina, pudo observar que sobre el comedor se encontraba un plato con varios panqueques apilados con algo de miel por encima, crema batida y sobre esta una fresa. En cuanto se acerco pudo que había un jarrón pequeño y delgado donde había dos delfinios azules; además había una nota, la cual tomo y se dedicó a leer.

«¡Buenos días, preciosa! Perdóname no haber sido lo primero que vieras en la mañana en este hermoso día (no tanto como tú), pero ya sabes, universidad y eso, pronto me graduare y no puedo fallar.
Pero sé que eres tan perfecta que comprenderás mi situación, juntas llegaremos a dónde queremos y más, lo sabes. Lo sabemos.
Y si, estás hermosas palabras son para que evites pensar en lo mal que cocino; creo que comprenderás lo complicado que es buscar una cafetería abierta a las 5 de la mañana, ¿No?
Así que puse la casa, cocina y mi vida en peligro para cocinar tu desayuno favorito: panqueques.
Espero que los disfrutes un poco al menos.
Te amo, feliz cumpleaños, mi amada.

Delfinios.Where stories live. Discover now