Epílogo

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Sentada, con sus piernas cruzadas en la alfombra usando como respaldo el borde de la cama de tamaño King, Himeko tiene su mirada fija en la televisión de plasma de 42 pulgadas colgada en la pared, una adquisición reciente, junto con el DVD/HD. En una de sus manos sostenía un paquete de galletas, el vaso de jugo permanece sobre la bandeja a su costado derecho y un par de pañuelos estaban regados por el piso. ¿Qué observaba el pequeño ángel sin alas, la tarde de hoy, qué es lo que le hacía llorar de felicidad?

Dos semanas antes

Por una tercera vez, Chikane ve su reflejo en el espejo ovalado de dos metros de altura, situado cerca del ventanal de su dormitorio, comprueba cada detalle de su vestido, de su tiara, de su cabello suelto sin su acostumbrada banda amarilla, de sus collares, de sus zapatos y de su ramo.

- Luce fabulosa, Ojou-sama- La voz de Otoha-san está llena de verdad, no eran halagos superfluos o palabras que tenía que decirlas por estar bajo las órdenes de la cabeza de la familia Himemiya.

Chikane voltea su cuerpo para coger entre sus manos una videocámara, esto sería uno de los regalos que tiene pensado en regalarle a su futura esposa. Revisando que el CD está insertado y que las baterías tienen carga completa, se la entrega a Otoha-san.

- ¿Estás grabando?- Dice Chikane con su natural tranquilidad, siendo que en pocos minutos más la ceremonia dará comienzo.

-Aún no Ojou-sama, estoy esperando su mandato.- La cámara ya estaba enfocando a Chikane, sólo falta oprimir el botón rojo.

Chikane se ve por una última vez y le da la señal, para comenzar la grabación.

- Hola, mi amor, bueno ésta es una de las sorpresas que tengo preparadas para este gran día, es algo que surgió sin pensarlo en demasía, considerando el escaso tiempo que tuve para realizar los preparativos, me pareció que tenía que documentar este gran día, confieso que estoy ansiosa, algo intranquila porque todo resulte de la forma planeada, en resumen que sea perfecto, aunque en las noticias anuncien mal tiempo, para mí todos los días serán soleados estando tú a mi lado.- Hizo una pausa. Te espero dentro de diez minutos más en el altar.-Chikane terminó su grabación mandándole un beso. Otoha-san se ruborizó ligeramente.

Después de apagar la videocámara, abandona su habitación acompañada de Otoha hasta la parte trasera de la mansión.

- Ahora, sólo falta Himeko - voltea hacia su lado izquierdo, llamando a Otoha-san-¿Puedes ir a buscarla?, quiero que sea puntual

- Pero Ojou-sama, las novias siempre llegan con minutos de atraso, es casi una costumbre, espere al menos diez minutos más.

- ¿Diez minutos?, es mucho el tiempo sólo quiero que sean cinco- He esperado más de un año este momento, sin contar todas las reencarnaciones en que hemos caído en las redes del amor.- Dijo esta última frase para sí.

Haciendo una reverencia, Otoha-san, camina con paso apresurado, después de la fría mirada que le envió Chikane

Por encima del pedestal, donde el sacerdote tiene preparado su libro se encuentra un armazón de madera color blanco, donde las ramas de una enredadera verde lo abrazan conjuntamente con rosas rojas, debajo de él hay una tarima con dos escalones envuelta por una alfombra color borgoña, que se extiende cerca de cinco metros, a cada lado de ésta hay sillas blancas, adornadas con cintas blancas, en su respaldo, por detrás de ellas y cubiertas con un paño blanco. Los invitados no sobrepasan la decena, sólo necesitan que sus más cercanos presencien el sello de su amor eterno.

7 minutos más tarde.

Himeko, está a pasos del límite de la alfombra, colgando del brazo izquierdo de su único y mejor amigo Aoba Mamoru, vestido con un smoking negro, en su solapa izquierda, lleva un pañuelo blanco. Antes de iniciar su caminata, se acerca hasta el oído de la novia.

CONSECUENCIAS  (PORQ TU Y YO SOMOS KANNAZUKI NO MIKO)Where stories live. Discover now