Capítulo 3

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Ya había pasado una semana desde aquella reunión. No había podido verla ayer lunes porque tuve que pasar por Destiny ya que se había enfermado, desde eso tengo que darle puré de zanahoria porque se pone caprichosa.

—Destiny, pero mira que grande estas. Cada vez más linda.— Destiny rió ante el comentario de su abuela y se sonrojo. Como una niña de su edad se sonroja, espero que no haya conocido a ningún niño en el kínder.— Justin hijo. ¿Cómo estas amor?— me abrazo mi madre.

—Muy bien. ¿Y tu mamá?— le sonrió.

—Excelente, más vieja que ayer, pero más feliz.— dijo.— Vengan aquí está la familia. 

Entramos y ahí estaba mi hermana, Robín mi padrastro, Kelly mi media hermana que tenía la edad de Destiny, y Kevin mi hermanastro que era solo medio año mayor que yo.

—Hola familia.— grite. Todos me saludaron. Claro más a Destiny que a mí pero a fin de cuentas también me saludaron.

—La cena estará lista en tres minutos. No me extrañen ni a mí ni a Destiny mientras vamos a preparar la cena.— la niña grito con emoción.

—No me dejen sola entre tantos hombres.— dijo Gemma mientras se iba a la cocina detrás de ella.

—Así que Justin. ¿Ya decidiste qué hacer con tu vida?— me pregunto Kevin. 

Siempre lo odie, era todo lo que yo no era. Responsable, educado, inteligente, y por más gay que suene, lucía siempre mejor que yo. Cuando Amanda termino embarazada yo no pude terminar la universidad, así que tuve que salirme para poder mantenernos a los tres mientras el recibía su cuadro de honor. Además de que el siempre me molestaba con que mi vida era una mierda y que debía hacer algo por ella.

—Sí Kevin, mi vida sería mejor si murieras, pero no me quejo.— le dije irónico. Robin me miro serio. Robin era un hombre bueno y hacia feliz a mi madre, pero siempre defendía a Kevin por adelante de todo, hasta si le robara la casa blanca a Obama, lo defendería porque tiene sus razones, solo era un idiota.

—El día que me muera nos veremos en el infierno, tú por alma podrida y yo por haberte matado.— me dijo molesto.

—A ver chicos, calma, relájense un poco, quieren. Kevin discúlpate con Justin, Justin discúlpate con Kevin.

Ninguno de los dos lo hicimos así que me levante y fui a mi vieja habitación. ¿Y adivinen qué? Ahora Kevin la poseía. Mamá lo adoraba, claro, no como un hijo porque solo somos Gemma y yo, pero le parecía un chico genial. Gemma me llamo para cenar así que baje. Senté a Destiny en mi regazo mientras trataba de hacerla comer. Pero no quería. Quería su puré de zanahoria y no iba a parar de llorar hasta conseguir su bendito puré de zanahoria. El timbre sonó.

—¿Esperaban a alguien?— pregunte y Destiny se relajo en mis brazos sabiendo que no estaba tratando de darle un poco de pollo.

—Sí, yo. Espero que no te importe Pattie, pero invite a una compañera de trabajo.— se levanto cuando mi madre la había respondido que no era molestia. Así era mejor. Una chica entro con un vestido ciruela con muy poco escote y estaba cuatro dedos encima de la rodilla y saludo a todos de una manera muy relajada.

Papá Viudo  ➳ j.bWhere stories live. Discover now