Inolvidable.

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Si bien Wade no estaba tan loco como algunos solían pensar, si que era bastante inestable emocionalmente y propenso a sufrir de alucinaciones y de delirios de grandeza. (Necesitaba atención, siempre quería ser el centro de atención) Era un hecho conocido entre muchos superhéroes que Deadpool presentaba muchas complicaciones y era completamente impredecible, por lo cual la mejor opción les parecía alejarlo y no tener nada que ver con el mercenario a no ser que fuera absolutamente necesario.

Pocas personas sabían de un problema concreto relacionado con el severo daño cerebral causado por la constante regeneración de sus células y este era que la mente del mercenario contenía agujeros por los que los recuerdos caían y se perdían.

Normalmente olvidaba detalles sin demasiada importancia (podrían preguntarle cómo se llamaba la primera chica a la que besó, y siendo una pregunta cuya respuesta la mayoría de personas sabrían responder rápido, Wade se quedaría unos segundos completamente en blanco, dudando. Tratando de hacer regresar un recuerdo que había caído en el olvido dentro de su mente dañada hacía ya muchos años y que nunca recuperaría)

Pero no solo borraba cosas tan simples; también hizo desaparecer de su mente todo recuerdo relacionado con el asesinato de un hombre a sus propias manos.

Trataba de rememorar el momento en el que lo hizo (porque sí, fue él, quedó demostrado y nadie más podría haberlo hecho). Se esforzaba y se esforzaba y nada.

Totalmente en blanco.

No tenía ninguna conciencia de ello. Solo sabía que el hombre al que había liquidado fue un terrorista, un hombre que sin duda alguna merecía ese final y que los habitantes de Providence deberían haberle agradecido que se hubiera hecho cargo de él antes de que pudiera causar más daños en la isla. (Porque ese tipo de gente nunca cambia.)

Pero en cambio, recordaba con facilidad el caos que desató con su acción, el miedo. Las consecuencias no pudieron ser más diferentes de las que Wade había imaginado.

Recordaba vivamente la decepción en los ojos de Cable y como ese asesinato le llevó a ganarse un tiquet de vuelta a nueva York, sin opción de regreso a Providence, donde estaría Cable. Su amistad y camaradería momentáneamente tirada a la basura por su culpa.

Solo por evitarse esa mirada, en aquel momento el canadiense había deseado con todas sus fuerzas regresar en el tiempo y evitar el cometido de un asesinato del que ni siquiera se acordaba.

Wade Wilson era un hombre roto en todos los sentidos. Incluso de forma inconsciente terminaba destrozando las cosas buenas que tenía en su vida.

Temía. Por mucho que asegurara que su mente era diáfana y que estaba lúcido y en su mayor parte, cuerdo, en ocasiones temía que llegara a repetirse algo semblante que causara tanto conflicto. (Que le hiciera decepcionar a Nate.)

En cuanto al resto de detalles con menor importancia que olvidaba, Wade prefería pensar que era normal, que las personas con los años se olvidan del rostro de un ser amado. De su voz, de su altura.

A Vanessa apenas la recordaba físicamente. No la podía visualizar con el tono azul exacto de su piel que había cobrado con su mutación y que había llevado durante los últimos momentos vividos junto a él antes de morir en sus brazos.

Pero no importaba, porque Wade estaba seguro de que nunca podría borrarla a ella por completo.

Dentro de su mente, Wade tenía cinco grandes pilares que nunca se destruirían. Las mujeres a las que había amado en su día, Bea Arthur (por supuesto) y... bueno, él.

Nathan Summers. El dichoso Cable con complejo de mesías, el Salvador de la humanidad, El Elegido (¿Qué se creía, Harry Potter?) Títulos ridículos. Pero aunque no lo admitiría en voz alta, Wade lo veía así. Y recordaba absolutamente todo de él.

Inolvidable. [Cablepool] (comicverse)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum