Amar después de ti

Había una vez, en las afueras de la ciudad de Londres, después de aquel viaje a la tierra del nunca jamás, Peter Pan se había enamorado tanto de aquella chica llamada Wendy, y aunque ella había decidido dejarlo a él para poder regresar con sus padres, el amor que se tenían no podría cambiar, o al menos eso era lo que ella creía, hasta ese día en el cambió.

Fue una tarde del verano, Peter había decidido olvidar aquel primer amor. Salió pues a volar un rato sobre la ciudad de Londres, él ya no quería que ella influyera en su vida. De pronto, ya exhausto, bajó hasta la rama de un árbol y decidió tomar una siesta. Estaba soñando tan a gusto cuando escuchó una voz tan linda, suave y tierna, entonando una de sus canciones favoritas y cuando miró, se dio cuenta de que aquella voz provenía de una chica muy hermosa. Rápidamente Peter se escondió detrás de los arbustos para evitar que la chica se diera cuenta de que él la estaba observando. De pronto la joven sin más, dejó de cantar y siguió su camino. Peter se había impactado con aquella voz y mejor aún, con la hermosura de aquella chica.

Esa noche, Peter no pudo siquiera cerrar los ojos para dormir. Él había sentido algo, en su estómago sentía mil mariposas y su corazón palpitaba muy, muy rápido de solo recordarla. Si alguien piensa que el amor a primera vista no existe, es porque aún no lo experimenta. A la mañana siguiente, al despertar, él empezó a cuestionarse sobre si alguna vez volvería a ver a esa chica. Y rápidamente se le ocurrió la idea de regresar a aquel lugar donde por primera vez la había visto. Espero casi todo el día, ansioso de que la tarde llegara y por fin, aquella espera terminó y se fue a ese árbol por donde la joven había pasado el día anterior.

Los ojos de Peter se iluminaron cuando efectivamente la chica había regresado a ese lugar. Peter no perdió la oportunidad esta vez de acercarse y entablar una conversación con aquella chica. Entones fue y le dijo "Ningún flor se compara con tu belleza". La chica asombrada se puso rojiza como un tomate y antes de que pudiera decir algo Peter le plantó un beso. Y como si fuera un cuento de hadas se habían enamorado. La chica le dijo que su nombre era Ela.

Los meses pasaron y ellos seguían tan enamorados y conociéndose más a fondo. Ella le había propuesto que ya él debería conocer a sus padres, si es que en realidad la relación iba en serio. Él acepto.

Llegó el día y él estaba muy nervioso. Cuando entraron a la casa de ella, quien les dio la bienvenida fue nada más y nada menos que Cruela de Vil. Peter se asombró tanto y se cuestionó por qué si Cruela era tan fea, su hija era muy hermosa, aparte había escuchado de todo lo que había hecho y lo que habían sufrido los 101 dálmatas. Estaba tan incómodo en la casa que de verdad cuestionó si amaba tanto a Ela como para soportar a Cruela de Vil.

Cruela si estaba contenta, ya que su hija estaba enamorada y feliz al lado de Peter, sin embargo Peter sentía temor. Los días pasaron y Ela notó algo raro en Peter, se había dado cuenta de que algo cambió en él. No dudó en preguntarle y Peter decidió decirle: "¿acaso has escuchado lo que tu madre ha hecho?" Ela obviamente sabía, y se sintió mal, pero ella sabía que todo sucedió en el pasado y eso no debería de afectar su relación. Ela le dijo a Peter que no tenía por qué estar molesto ni mucho menos incómodo, ya que la etapa de su madre como villana había terminado.

Tiempo después Cruela de vil invitó a Peter a su casa para poder explicarle su versión de la historia y fue cuando Peter entendió que juzgar a una persona solo por algo en su pasado hizo mal, nunca va a estar bien. Y ya se sintió más relajado y con más tranquilidad de andar con la hija de cruela de vil. Así pasaron meses y Peter le dijo a Ela que fueran juntos al país de nunca jamás y así su amor podría durar siempre. Ela aceptó pero con la condición de llevar a su madre con ellos. Cruela no podía perderse la oportunidad de ir a ese gran mundo y los tres se fueron juntos y vivieron felices por siempre.