VEINTISEIS

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Karol

Los truenos me despiertan, y es donde me doy cuenta que está lloviendo, veo a mi lado derecho y está Ruggero boca abajo, con la sabana cubriendo de su cintura para abajo, me colocó el sostén y mis bragas mientras me cobijo con las sábanas, veo la hora en el reloj »3:30 a.m« cierro mis ojos, y trato de dormir, mientras me acurruco en el pecho de él

La puerta cerrándose me hace sobresaltarme, vuelvo a ver la hora »4:00 a.m« llevo veinte minutos intentando volver a dormir pero los truenos y el ruido de la lluvia no me dejan... La puerta de mi habitación se abre y aparece mi mamá, se saca la capucha de su suéter y prende la luz

—¿Qué es esto?— murmura y se fija en el cuerpo que está a mi lado

—¿Qué haces acá?— murmuró parpadeando rápidamente para ver si no estoy soñando

—Hace falta una hora para que salga el vuelo y tú estás aquí enrollada con este imbécil— murmura sin creerlo

Ese imbécil— repito sus palabras— se llama Ruggero, y me hace feliz

—Así que es él— sus tacones resuenan a medida que se acerca un poco a mi cama

Me quito la sabana y me colocó la bata, camino hacía ella y la tomo del brazo para llevarla al pasillo

—No puedo creerlo, todo me imaginé menos encontrarte así— me señala con repugnancia y yo suspiro

—Soy tu hija, no tienes por que verme así con repugnancia

—Tu no eres mi hija, no eres la misma chica de hace un año, este chico te está haciendo mal, que horror encontrarte así...

—Pues si no querías ver, hubieras tocado...— alzó mi voz

—Alistate que nos vamos— da media vuelta y sus tacones resuenan cuando camina un poco

—No me iré

—Que has dicho?— se detiene

—Ya lo has oído, no me iré— trago grueso, y aprieto mis puños— por que aquí soy feliz, y tengo a alguien que me quiere y no lo dejaré sólo por que a ti te no te gusta

—No es un buen chico, mira hasta donde te a llevado... Soy tu madre y tienes que obedecerme

—Tengo la edad suficiente para decidir lo que quiero, me tiene que gustar a mi no a ti... y el hecho de ser mi madre no te da derecho a elegir de quien me puedo enamorar

—Vives a costa de mi dinero así que tengo todo el derecho

—Pues sabes que?— trago grueso y busco el valor suficiente para hablar— no quiero tu dinero, te puedes ir, yo buscaré como salir adelante Sun tu ayuda, pero por lo menos con alguien que quiero— grito y ella me toma de la mano

—Te vas conmigo— habla entredientes y yo niego

—No lo haré— me suelto y con mis pies descalzos camino a la puerta de mi habitación

—Te vas arrepentir Karol

—No, así que por favor vete— entró a mi cuarto y apoyo mi cabeza contra la Puerta, a los pocos minutos la puerta se cierra y yo me giro para apagar la luz e intentar volver a dormir

Me siento en el filo de la cama y la luz de la mesita se enciende, Ruggero suspira mientras se sienta a mi lado y me abraza por los hombros

—Todo estará bien— besa mi frente y arrecuesto mi cabeza en su hombro

—Eso espero— murmuró

—Yo estaré aquí contigo— susurra en mi oído

—Promete que no me vas a dejar— mis ojos se llenan de lágrimas

—Lo prometo, pequeña— besa nuevamente mi frente..  Y me aterra la idea de no contar con mi madre pero para ser feliz debo de enfrente algunos obstáculos... Aunque me duela...

Propiedad De Karol SevillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora