"La Batalla en el Desierto"

fanfiction

Escuela Preparatoria Estatal No.6 "Alianza de Camioneros"

Literatura I

Carrillo Balam Gael Jesús

López Pech Saúl Alejandro

Martin Caballero Alan Martin

Valencia Aké Javier Humberto

Maestra: Lesly Elizabeth Ávila Duarte

2 ° C

5 de Octubre Del 2018

"La Batalla en el Desierto"

I

EL MUNDO ANTIGUO

Mi historia se remota en los años 1952 en la gran ciudad de México, donde viví toda mi vida, yo estudiaba la carrera de arquitectura donde cursaba el 3er año de carrera, en ese entonces ya había supermercados, no había tele y aún existían las compañías de tranvías, yo tenía 23 años de edad era un joven alto de 1.80, rubio, con un cuerpo tonificado.

En esa época circulaban los primeros coches producidos después de la guerra: Packard, Cadillac, Buick, Chrysler, Mercury, Hudson, Pontiac, Dodge, Plymouth, De Soto. Íbamos a los cines a ver las grandes películas, o las buenas baladas de moda Sin ti, La rondalla, La burrita, La múcura, Amorcito Corazón. Volvía a sonar en todas partes un antiguo bolero puertorriqueño: "Por alto esté el cielo en el mundo, por hondo que sea el mar profundo, no habrá una barrera en el mundo que mi amor profundo no rompa por ti".

Era la época en donde la poliomielitis dejaba miles de muertos, en todo el país se fusilaban por docenas de reses, de la fiebre aftosa y niños con aparatos ortopédicos. Era el poderío del entonces presidente Miguel Alemán, siempre llevaban autobuses llenos de niños para inauguraciones de hospitales, parques y carreteras. Mientras tanto en la vida mexicana se mezclaban palabras extranjeras: tanquio, oquei, uasamara, sherap, sorry, uan móment pliis.

Mi desempeño como estudiante en la carrera era buena, siempre me esforzaba, a tal modo que sacrificaba los momentos divertidos como fiestas y viajes; como aquella vez que mi amiga Rosa nos invitó a su casa en Puerto Vallarta Morelos; todos estos sacrificios se hacía con el fin de poder estudiar, cumplir con las tareas y lo más importante pasar los exámenes, esto con el fin de poder concluir con mi sueño de ser arquitecto. La mayoría de mis compañeros de clase eran hijos padres importantes como empresarios, grandes políticos y uno que otro famoso, uno de los más conocidos en mi salón era Rosales quien presumía de la carrera de su padre alegando que era un gran político y mano derecha del entonces presidente Miguel Alemán.

El maestro Mondragón era un maestro estricto, excelente en sus clases preocupante por sus alumnos, en donde una ocasión nos llegó a separar a Rosales y a mí por una riña que tuvimos después que el me lanzo falsos testimonios por mis preferencias sexuales, momentos antes de que Jim me haya entregado una carta de invitación para asistir a una cena en su casa.

II

LA CENA EN CASA DE JIM

Un día antes de la cena me habían pagado mi quincena en un restaurant donde trabaja después de las clases, caminaba por las calles de Tepito en donde había una tienda de trajes. Al ver los hermosos trajes recordé que había sido invitado a una importante cena en casa de Jim.

Llego el día de la cena, yo estaba presentable, con el traje que me había comprado que me costó toda mi quincena, mis zapatos Alden, recién boleados por mi madre. Tome prestado el carro de mi padre un Lincoln classic Cosmopolitan un carro lujoso de esa época, agarre la avenida insurgentes para llegar la colonia lomas de Chapultepec, estacione el carro a dos cuadras del departamento de jim, me baje y me topé con una mujer tan hermosa, con un vestido rojo, cabello undulando, rubio y unos labios rojos como la rosas, sus ojos eran tan verdes como esmeralda, unas piernas lisas; su vestido encajador hacía notar su gran cadera y su hermosa cintura, en sí era una bella mujer.