Dos promesas, una sola persona.

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"Lo que hubiera pasado si Rudy Steiner se hubiera ido a la escuela militar"

Durante la Alemania Nazi un chico de cabello rubio limón al cual Liesel le apodaba Saukerl (cerdito) con la oreja pegada en la puerta escuchando la conversación de los 4 individuos y con los nervios a flor de piel, con una decisión determinada rondando por su cabeza abrió la puerta con fuerza, azotándola.

Sorprendiendo a los 4 individuos que se encontraban adentro de una sala tomando una decisión muy importante sobre cuál sería el futuro de Rudy, a esto respondió:

-¡Iré! con tres simples palabras el trato había sido sellado.

Su madre, Bárbara, quien se encontraba en la sala de pronto se sintió mal, sentía que le faltaba el aire al escuchar semejante aclaración.

-¡No puedes tomar una decisión así! ¡No lo permitiré Rudy!- Su padre, Alex Steiner grito levantándose de la mesa.

-Lo siento, pero el chico ya ha tomado una decisión Alex Steiner- Dijo el señor que estaba junto a sus papás.

Se acercó a Rudy y le puso una mano en el hombro. -Has tomado una buena decisión chico.

Sólo el hombre pensaba que había hecho bien, al contrario de sus padres que estaban en contra de tal idea.

Después que los hombres se fueron, Rudy fue a ver a Liesel para darle la noticia.

-¿Entonces te iras?- Pregunto Liesel desconcertada.

-Claro, no soy un cobarde Saumensh.

Los dos jóvenes se hallaban en la entrada de la casa de Liesel

-Cierto- dijo liesel- Eres algo mucho peor, eres un idiota, un inconsciente.

-Yaaaa... Liesel no te molestes, es una decisión que ya está tomada, por favor acéptala.

-Me cuesta aceptarla, tengo miedo, pero si esa es tu decisión no me queda más que aceptarla.

-Me vas a extrañar- lo dijo más como una afirmación.

-Claro que lo haré- confirmó Liesel.

Liesel nunca pensó regresar a una estación de trenes y mucho menos para despedir a su mejor amigo. Durante toda la noche estuvo pensando en la decisión de Rudy, hasta llego a pensar que tal vez le estaba jugando alguna broma, pero al final el saukerl había dicho la verdad. Deseo con todas sus fuerzas que todo hubiera sido una broma, muy mala por cierto. Toda la familia Steiner se despedía de Rudy entre lágrimas. Liesel no había tenido la oportunidad de acercarse. Los Steiner se alejaron al oír por los parlantes el "todos a bordo" y hasta ese momento liesel tuvo la oportunidad de acercarse a despedirse de su mejor amigo.

-¿Por qué tienes esa cara Liesel?- Era verdad, Liesel tenía una cara poco inusual, sentía mucha tristeza.

-¿Por qué no la tendría? Me duele el saber que ya no te veré- Liesel movió su cara tratando de no hacer contacto visual con Rudy.

-Lo siento Liesel, ya no habrá quien te ayude con tus robos infraganti- Dijo Rudy en tono de broma.

-Y también nadie se comerá todo lo robado- replico- ¿volverás?...- lo obligó a mirarla.

-Volveré- Tomó a su amiga por los hombros-. Por ti lo haré Liesel, eres muy importantes para mí, te lo prometo Saumench.

Se quedaron viendo fijamente y Liesel nunca se hubiera esperado que Rudy hiciera lo que hizo, se acercó a ella y le dejo un suave beso en los labios sellando su promesa en silencio, dejándola completamente helada.

-La próxima vez que te bese Liesel será especial y durará más, ¡te lo prometo!, son dos promesas que tengo que cumplir, no lo olvides.- El chico se alejó para llegar a la entrada del vagón- ¡Adiós Saumench, no olvides mis promesas, regresare para cumplirlas.

Y ahí quedo la ladrona de libros, con sus mejillas sonrojadas y todavía sin poder creer lo que acababa de suceder, viendo como Rudy se alejaba de Molching, de Himmelstrasse, de su familia y de ella.

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⏰ Last updated: Oct 05, 2018 ⏰

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Dos promesas, una sola persona.Where stories live. Discover now