¡Déjame En Paz Di Angelo!

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Campamento Mestizo, Long Island

_______ Morgenstern

Después de aquel día en el lago, Nico me había estado hostigando, me seguía la mayoría del tiempo y comenzó a parlotear a mi alrededor.
Su objetivo, que le cuente todo lo referente al submundo y más que nada mi historia. No se si estaba lista para hablar de eso con alguien que apenas conocía. No podía llegar y decirle "Hey, mi hermano mayor fue un genocida". Simplemente, no era fácil.
La mañana había empezado bien, pero se fue al carajo cuando Nico Di Angelo cruzó el umbral de la cabaña uno.

—¡Oh dioses! Sálvenme, que sombritas ya está aquí —exclamé alzando las manos al aire un momento y después dejándolas caer.

Me dejé caer en mi cama mientras miraba al chico comenzar sus labores de limpieza, no había faltado a nuestra apuesta y aquí estaba cada tercer día para limpiar la cabaña. Grace había dicho que no era necesario pero al final, yo había ganado.

—¿Me deleitarás hoy con una historia? —el chico me miró, dedicándome una sonrisa burlona.

—Déjame en paz Di Angelo.

—Vamos ______, es incómodo quedarse callado mientras limpio, al menos podríamos pasar el tiempo hablando.

El chico se había quitado su chaqueta y la había dejado sobre la cama de Grace, se colocaba una pañoleta sobre su cabello y tomaba la escoba, tal vez... solo tal vez...

—Está bien ¿qué quieres saber? —me incorporé y me quedé sentada sobre la cama

Di Angelo meditó un momento, sabía que tendría muchas dudas, sobre mi, sobre los cazadores, el submundo en general, pero lo que a mí, me daba curiosidad es como parecía que de un día para otro nos habíamos hecho "amigos", trataría de no acostumbrarme por qué sabía perfectamente que este no era mi lugar.

—Realmente quiero saber lo de tu "drama familiar" —dijo Di Angelo quien había comenzado a barrer.

—Eres todo un chismoso sombritas —reí ligeramente. —Por dónde podría empezar... es que enserio toda mi vida a tenido un poco de caos, algo normal siendo cazadora de sombras pero, hace años el hombre que creía era mi padre, comenzó un levantamiento contra La Clave, el gobierno de los Nefilim, al final de todo el revuelo fingió su muerte y la de mi hermano mayor Jonathan, mi madre huyó con mi hermana Clarissa y en ese momento ella iba embarazada de mi, se escondió entre los mundanos, supongo que tiempo después se dio cuenta que no podría con ambas y a mí me abandonó en El Instituto De Los Ángeles, donde los Blackthorn se convirtieron en mi familia y, a diferencia de Clarissa, yo sí crecí recibiendo entrenamiento y conocimiento del submundo, cuando tenía como doce años, mi "padre" resurgió de entre los muertos, me enteré de que si tenía familia, de que mi padre era un lunático y había experimentado con nosotros, pero mi hermano era más lunático que él y... se desató una guerra, Jonathan murió... y supongo que fin.

Solté una pequeña risa, obviamente había sido más complicado que eso, en mi mente, surgieron los flashbacks de cuando nos encontramos en Edom, tres tronos alzándose al final de la escalinata, yo distrayendo a Jonathan, Clary apuñalandolo y después este muriendo en brazos de nuestra madre, recuerdo haber sentido un dolor inmenso extendiéndose sobre mi pecho, como si la espada también me hubiera atravesado a mi. Las últimas palabras de Jonathan resonaron en mi mente:

«Levantate como la brillante Estrella Matutina que eres, demuéstrales que no fuimos hechos para el mal»

Al final también le terminé contando de cómo antes creíamos que Jace era nuestro hermano, pero terminó siendo "Sebastian" le expliqué cómo Valentine había usado sangre de ángel y demonio para experimentar con sus hijos, de cómo el Ángel Raziel lo mató, y como Jonathan sobrevivió por qué Lilith lo salvó, y al final como este había convertido en malos a algunos Nefilim, también le expliqué mejor cómo había separado a Mark de mí y lo había mandado a Feera y obviamente omití en su mayoría, como al final había muerto.

—Por los dioses, es mucho que procesar —dijo el pelinegro que ahora se encontraba limpiando las ventanas.

—Te lo advertí, mucho drama familiar — cerré la libreta de dibujo que en algún momento de la conversación había agarrado y había hecho un boceto rápido de Di Angelo, quien, tiene un muy bonito perfil, al solo pensar eso maldije en mi mente y terminé por aventar la libreta al baúl.

—¿Qué te hizo el pobre cuaderno? —preguntó mirándome .

Yo desvié mi vista y me crucé de brazos.

—Espero que esta pregunta no te moleste pero, ¿La razón de por qué ya perdiste un hermano es por lo cual no quieres acercarte mucho a Jason?

Me quedé helada. Si, tenía razón. De la noche a la mañana me había enterado que tenía un hermano el cual de la noche a la mañana perdí, si hizo cosas malas, muy malas pero... los pocos meses que estuve con él, llegué a amarlo, yo era la única a la que dejaba llamarlo por su nombre y no "Sebastian" sentía un vínculo especial con él el cual desapareció cuando se fue.

—Así es...

Sentí los pasos de Di Angelo acercarse y detenerse a mi lado, después gentilmente puso una mano en mi hombro como tratando de animarme, gire a verlo y él estaba sonriendo, una sonrisa que podría jurar iluminaría el mismo infierno.

—Te entiendo, sabes... yo tenía una hermana mayor Bianca, murió poco después de que se unió a las Cazadoras de Artemisa, me dolió bastante su pérdida, y aún yo siendo el rey de los fantasmas nunca quiso hablar conmigo, solo con Percy, tal vez por eso estuve enojado un tiempo con él pero... después encontré a Hazel, es hija de Plutón ya sabes, la versión romana de Hades, al principio tuve miedo pero ahora estoy feliz de nuestro vínculo.

—Quien diría que teníamos tanto en común —ambos reímos, unas semanas atrás no me había imagino teniendo este tipo de conversaciones con Di Angelo y menos riendo juntos.

—¿Me voy unas horas y ya se llevan tan bien? —preguntó Grace quien iba entrando a la cabaña.

—No diría bien, pero si, Nico y yo charlábamos un poco, eso es todo.

Hubo un pequeño silencio, Grace y Di Angelo se miraron expectantes y emocionados, juraría que iban a gritar.

—¡Lo llamaste por su nombre! —gritó el rubio .

—Pues si, Nico... —miré a sombritas y me llevé una mano a la boca. —Aquí nada pasó—tome a Phaesphoros y casi salí corriendo de la cabaña.

—!Hey _____ no te vayas, _______!

—¡Déjame en paz Di Angelo! —grite para después salir corriendo disparada a la cabaña de Hermes.

Una Cazadora De Sombras En El Campamento MestizoWhere stories live. Discover now