capítulo 5

349 23 2
                                    

Enero 2014

Ya llevábamos casi cinco meses juntas. Pero aun no lo sabía nadie.

No era por lo que pudieran decir. Pero yo tenía miedo de que mi padre se acabara enterando.

Bueno lo de nadie era relativo. Nadie lo sabía seguro, pero todo el mundo se lo suponía. Y es que, el disimulo nunca ha sido lo nuestro.

Un día estábamos en la azotea del colegio. Sin saber porque sobre esa época fue cuando comencé a fumar y, aunque tú odiabas el humo, parecía que por mí lo soportabas.

-Se lo he contado a mis padres.-

-¿Que?-

-Lo nuestro, se lo he contado.-

-¿Que te han dicho? ¿Les ha parecido bien?-

-Les ha parecido genial banana. Sabes que te adoran.- me diste un pequeño beso.

-Creo que yo también se lo voy a contar a mi padre. Aunque no creo que con él sea tan sencillo...-

-Ana no hace falta. Si no estás preparada para decírselo no se lo digas.-

-Lo estoy. Estoy harta de tener que aparentar. Quiero decirle la verdad y, si me quiere, lo tendrá que aceptar.-

Me volviste a besar.

-Ira bien, ya verás

En la cena con mi padre como de costumbre reinaba el silencio. Estaba muy nerviosa. Aunque me lo quería quitar de encima.

-Papá quiero decirte una cosa.-

-¿Que pasa Ana?-

-Es importante.-

-A ver dime.-

-Solo quiero que no te lo tomes mal.-

-Ana joder me estás asustando.- mi padre elevó su tono de voz. -Mira solo espero que no estés embarazada por que...-

-Me gustan las chicas.- le corté. -Y tengo novia. Eh se llama...se llama Mimi.-

A mi padre se le cayó el tenedor de la mano.
Hubo cinco minutos en los que nadie habló.

-No Ana no puede ser. ¿Es una broma verdad?-

-No, no papá no es una broma.- las lágrimas me inundaban los ojos.

-Ana, déjate de gilipolleces. ¿Te crees que podrás tener un trabajo digno siendo lesbiana? Ana por favor déjate de tonterías.-

-No son tonterías papá...- dije con la voz rota, a punto de llorar. -Son mis gustos y me tienes que respetar. Estoy enamorada de Mimi, te guste o no.-

-Vete. Vete a tu habitación o donde quieras pero vete. Déjame solo.-

Y eso hice. Me fui de ahí. Me fui a tu casa.



-¿Ana? Son las dos de la mañana...- dijiste con la voz aún adormilada.

-Mimi estoy en la puerta de tu casa.-

En menos de cinco minutos yo ya estaba entre tus brazos

Nos tumbamos en la cama. Pero ni tú ni yo queríamos dormir.

Empezaste besándome el cuello. Y solo con dos besos sabías perfectamente que ya no me iba a poder resistir.

Luego bajaste hacia mi pecho. Por poco me arrancaste la camiseta. Me mordías y besabas alrededor del sujetador, el cual me sobraba ya bastante.

Vous avez atteint le dernier des chapitres publiés.

⏰ Dernière mise à jour : Oct 27, 2018 ⏰

Ajoutez cette histoire à votre Bibliothèque pour être informé des nouveaux chapitres !

nuestra historia || warmi🌙Où les histoires vivent. Découvrez maintenant