Capítulo 50

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POV Samantha

Ha pasado un mes desde que salí, nuevamente, del hospital y un mes desde que resolvimos todo lo que tenía que ver con el caso de Alina

Flashback

- ¿Dónde está la madre de Alina? – después de que los papeles encontrados en el despacho de Helena fueran revisados y comprobar su historia nos dedicamos a buscar a su hermana, Ismene Zabat, la madre de Alina, pero dadas las circunstancias y el tiempo que había pasado no la hemos podido encontrar, así que ahora Ernesto Santos estaba siendo interrogado por Eitan para conseguir la localización de la madre de Alina

- No lo sé – su actitud tan despreocupada era molesta

- Santos coopera, eso te ayudará a reducir tu condena – Eitan había intentado ya de todo por sacarle información sobre Ismene, pero nada

- Sam – miré detrás de mí al dueño de la voz – Alguien te busca – asentí

- Salgo en un momento – miré nuevamente a Eitan y Ernesto a través del cristal, di la vuelta y salí del cuarto en el que estaba, cuando salí Damian estaba con una mujer hablando – Damian – lo llamé, me miró

- Sam ella es Ismene Zabat, la madre de Alina – fruncí el ceño, estaba tan confundida, era tan parecida a Helena, pero de alguna manera me alegraba que ella nos hubiera encontrado

- Eitan lleva a Ernesto de nuevo a la celda, ya no necesitamos de su colaboración, Ismene nos encontró – dije mediante el intercomunicador, Eitan asintió con un "entendido"

- Espera – era la primera ves que escuchaba la voz de esta mujer, era tan igual a la de Helena – Quisiera verlo – sonaba tan decidida, sentí que lo necesitaba, así que accedí

- Eitan espera, voy a entrar, Ismene entrará conmigo – miré a Ismene otra vez – Vamos – Ismene asintió – Damian, ven con nosotros – Damian asintió

Caminamos solo unos cuantos pasos hacia la puerta que dividía a Ismene Zabat de Ernesto Santos, tomé la perilla, pero antes de girarla miré a Ismene nuevamente buscando alguna negación, algún cambio de opinión, pero nada, giré la perilla y entramos, primero yo, Ismene detrás de mí y después Damian

-Vaya, ¿A quién tenemos aquí? – Ernesto y su socarronería me molestaban, sonreí, miré a mi derecha e Ismene apareció, miré el rostro de Ernesto, era confusión y miedo puro – Ismene – la nombrada adoptó una posición de orgullo, de valentía, se acercó de apoco a la mesa y se sentó en la silla frente a Ernesto

- Tanto tiempo sin vernos Ernesto – su voz sonaba tan tranquila

- ¡¿Qué demonios haces aquí?! – Ernesto se levantó de la silla agresivamente, Eitan lo volvió a sentar, Damian se colocó a un lado de Ismene, yo veía cada acción y movimiento de Ernesto – Tu deberías estar muerta – la atención de todos se posó en Ernesto

- Te fallaron los cálculos esa vez Ernesto – y ahora nuestra atención se posó en Ismene – Después de que abusaste de mi hace 4 años y que trataste de matarme Helena llegó, me encontró tirada, casi agonizante, a mi niña golpeada, desangrándose, nos ayudó, nos salvó, ella decía que me estaba devolviendo un poco de lo que me había quitado – su voz estaba cargada de odio, pena, tristeza – Quedé embarazada, tuve un niño, su nombre es Evan tiene 3 años y 3 meses en este momento – los ojos de Ernesto se llenaron de lágrimas y una sonrisa se formó en su rostro

- Tengo un hijo, un niño, un hombrecito – su voz sonaba llena de orgullo, Ismene negó

- Te equivocas, Evan tiene su padre y ese no eres tú Ernesto – Ismene sacó una foto de su bolsa y la deslizó por la mesa hacia Ernesto – Esto es lo único que tendrás de mi hijo – se levantó de la silla y comenzó a caminar hacia donde estaba yo, paró a un lado de mi – Hasta nunca Ernesto Santos – siguió caminando, Damian y yo salimos detrás de Ismene, al salir de la habitación Ismene se desplomó, Damian la tomó en brazos

El Contrato De Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora