Un evento único.
Un baile de graduación.
Un desinteresado chico.
Un aburrido chico.
¿Qué podría salir mal?
✨✨✨
⇨Karma y Nagisa no se conocen.
⇨Son de escuelas diferentes.
⇨No existe la Clase E ni Koro-sensei, :'v
⇨Nagisa seme de Karma.
⇨Temática Yao...
—Gracias, muchas gracias gente linda —daba varias reverencias a las personas que le aplaudían y le dejaban dinero—.
Nagisa se la habia pasado todo el rato mirando desde el árbol su hermoso canto.
Sin más bajo por el otro lado para que no lo viera.
—Uy, parece que es más que la vez anterior jaja —se arrodilló a contar su ganancia, sin percatarse que se le acercaba el mayor—.
Dejó el primer billete que alcanzó en su bolsillo, importandole poco que fuera el de mayor número.
—Canta muy lindo, joven —decidió fingir, para no matarlo de un susto, quizás se moría de vergüenza al verlo—.
Y si que estaba en lo cierto.
El Akabane quedó estupefacto al ver los ceros en el billete.
—Muchas gracias, señor —tanto era su emoción que ni se tomó el tiempo de analizar la voz contraria, levantó su rostro con una gran sonrisa, abriendo sus ojos como claveles al ver de quién se trataba, haciéndolo erguirse, mirándolo hacia abajo— Nagisa-kun, ¿Qué ha-haces aquí?
"¿Enserio Karma?" Tenia ganas de correr despavorido de los nervios, solo le quedaba afrontar.
—Una dulce melodía me trajo hasta aquí, grata fue mi sorpresa al tratarte de tu guitarra y tu dulce voz, no me comentaste que te gustaba hacer esto en tus ratos libres, eh jaja —dijo sin sonar burlón, solo que el rostro sonrojado de su menor le parecía demasiado bueno para ser verdad—.
—No pensé que fuera algo i-importante para ti, lo siento —agachó la mirada, para volver a arrodillarse, guardando todas sus cosas en su respectivo sitio; su ganancia en un monedero y su instrumento musical en su estuche — Y no es una guitarra, se llama Ukelele, todos la confunden je
—Oh, lo lamento, nunca habia visto uno, pensaba que era una guitarra en miniatura.
"Como tú, Nagisa" Sonrió al pensar eso, recibiendo una igual en respuesta.
—Bueno, gracias nuevamente por el dinero, tengo que llevarlo a su destino —estaba listo para partir, pero el pequeño lo detuvo al hablar—.
—Puedo acompañarte a tu casa si quieres, digo... Tu conoces la mía —sonrió con nervios, ¿por qué se acobardó al último instante?—.
Negó con la cabeza, haciendo sentir triste al adulto joven, o así lo llamaba su madre.
—Este dinero no es para mi, Nagisa-kun.
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—Esta es mi donación de la semana, espero sirva de ayuda —entregó el dinero a la encargada que se habia vuelto su amiga, quién agradeció como siempre el buen acto de Karma—.
Nagisa seguía estupefacto, esperaba que ese dinero fuera para gastarlo en videojuegos, chucherías o quizás en suscripciones a alguna página porno, como cualquier adolescente de la edad del pelirrojo.
No que donara absolutamente cada yen que ganó cantando a un albergue de animales.
—Tambien soy voluntario los fines de semana, si no fuera por la escuela, estaría veinticuatro siete acá, pero tambien tengo una mascota que cuidar en mi casa jaja.
Le comentó al salir del recinto.
—Oh, yo tambien tengo una mascota, una pequeña tortuga, es una pena que tenga que dejarlaal cuidado de mi madre desde mañana.
Lo miró extrañado.
Analizó la situación.
Jalaba de una maleta recién nueva, sabiendo esto porque se habia olvidado de quitarle la etiqueta de compra.
Comentar lo de su mascota.
"Mierda" Se alarmó.
Se le adelantó al hablar.
—Me pregunto como será Osaka.
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Me da tanta pena terminar este proyecto tan rápido :'v pero no quiero hacerlos esperar mil años.
