Capitulo I : ¿En tus manos, o en las mías?

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"Cuantas veces soñé no estar en soledad, y que el amor no fuera la mayor destrucción del ser humano, es imposible quedarse tan frió, así como quedo mi corazón."

Era una cálida tarde de mal tiempo, ese calor húmedo que solo previene una cosa, y es un día de tormenta. Me hallaba sentada en el patio de mi casa mientras veía el cielo de atardecer teñirse de negro, y ¿Cuál era mi satisfacción? La calma, esa tranquilidad que solo puede volverse una cosa, el procedente desatamiento de la furia, una furia claro esta natural, es la presión climática, pero yo siempre la compare con mi carácter, y es que, para ser singularmente sincera, podría decirse que nada cambiaba mi carisma afable y hasta tímido, salvo los momentos en los que me sentía atacada o que atacaban a los míos. Lastimosamente siempre fui, una persona de rostro inamovible, de esas que no podés descubrir en sus gestos si algo le agrada o desagrada, pero aun después de mi cascaron duro, soy una persona normal que suele ser malinterpretada y si no conocen mis motivos entonces puede que parezca desprovista de todo sentimiento elevado.

Diría que ver el cielo tan cambiante no perturba en lo más mínimo al resto de los seres humanos salvo por el simple hecho que cada quien teme sus planes arruinados por la lluvia, y mas en los fines de semana. Pero el tiempo dejo correr cuando mire el cielo, y me quede embobada en el proceso que sucedía, el cielo se había teñido de negro abruptamente y podrías verse aun algunas nubes errantes mientras este se iluminaba con los relámpagos, y la verdad que me sentí así, en mi vida, en todos los aspectos, era la única forma de poder llenar todos los trozos en mí, siendo la calma antes de la tormenta. Se es difícil para alguien como yo explicarse demasiado y sobre todo de uno mismo, y por mas que no me gusta que alguien se entere que puedo errar trato de ser lo más imparcial en mis decisiones y llevarlas a cabo hasta el fin. Soy humana, no quiero, pero siempre dudo de absolutamente todo, y aun así creo que mis convicciones son las más acertadas después de que pase un tiempo prudente mentalizándolas y realizando comparaciones.

El cielo se ilumino varias veces mientras intentaba poder discernir mejor mis sentimientos, yo estaba quedándome quieta viendo todo suceder y yo simplemente tomaba decisiones de momento, pero que sucediera si me adelanto a los hechos, ¿podre cambiarlo todo?

Hace demasiados años que mi abuela paterna decidió no involucrarse en nuestras vidas para favorecernos, según ella, pero todo cambio, ahora sería lo más normal que uno de nosotros se quedara con ella para que creciera y viviera mas como un hijo que como un nieto, un sucesor. Mi padre, embarazo a mi madre extramatrimonialmente, y de eso hace mucho, muchos años, después de nacer yo, mi abuela monto en cólera y decidió alejar, dar por terminada la relación, pero eso afecto a mi madre que termino con una vida miserable, ya que amaba al padre de su hija mas que nada en el mundo, a los años el hombre que me concibió, termino matándose en un accidente automovilístico, y el escándalo se desato, cuando mi abuela quiso tener la custodia de la pequeña niña que el tuvo con su esposa, y salió a la luz que la joven no era pariente consanguínea de la gran familia Semiónov Hawkins, dueña de un conglomerado de empresas de productos de maquillaje, boutiques y confección de prendas, socia y accionistas minoritarios en casi toda Europa con renombradas marcas de ropa, agencias de modelaje, fotógrafos y galerías de arte, había quedado sin sucesores, y se rumoreaba que la anciana se desharía de todo antes de dejarle todo a un sobrino nieto demasiado lejano, hijo de un primo de su querido esposo fallecido.

Donatella Cayetana Fiore de Semiónov Hawkins, apareció en mi casa, humilde y deteriorada, con su glamour español, autos de lujo, hombres de negro, en un poblado campestre perdido en América del Sur, siguiéndole la pista a mi fallecida madre, y a los niños que tuvo de su hijo, de hecho, ella tenía en mente reformar a un bastardo, hacerlo a su gusto y manejarlo como un títere, volviendo a despedazar su ritmo de vida, pero ahora ya no tenia a nadie que pudiera utilizar. Clarisa y Ezio Fiore Semiónov Hawkins, tuvieron solo una hija de nombre Dian. Pero aun así después de unos años Clarisa, mi madre, se responsabiliza de unos niños gemelos hijos de su hermanastro que cayó preso en EE.UU. y fue deportado a Venezuela. Ambos niños tienen el apellido de mi madre, y también son mis hermanos, de corazón por lo menos, estoy con ellos en la casa de la media hermana de mi madre, que por su parte esta tiene una casa de acogida, trabaja como asistente social y legalmente tiene la custodia de mis hermanitos, yo soy mayor de edad, pero por mi parte me quede como voluntaria en la casa y de eso puedo vivir bien.

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⏰ Last updated: Oct 10, 2018 ⏰

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Con voluntad de hierroWhere stories live. Discover now