La cena premiada

LA CENA PREMIADA

Clara (32) y Noelia (33) son amigas desde el instituto. Además, trabajan juntas en la misma empresa. Clara estuvo casada cinco años, y hace uno se divorció. Noelia no es amante de relaciones serias, dice que aún es joven y quiere disfrutar. En la cena de Navidad de su compañía, la empresa de catering que servía la comida sorteó entre los comensales 4 cenas de regalo en su nuevo local. En el centro de la ciudad, en la zona más cara y exclusiva. Casualmente les tocó a ellas dos, y a dos chicos de la sección de publicidad. El jefe del catering les entregó sus vales y les sugirió, que podrían ir los cuatro juntos.

A las chicas no les pareció mal, y a ellos tampoco. Decidido, el próximo viernes irían los cuatro juntos. Pedro (35) lleva mucho tiempo en la empresa, y ocupa un buen cargo. Divorciado y padre de dos niñas. Daniel (31) es nuevo en la empresa, lleva sólo 5 meses. Trabaja codo con codo con Pedro en la publicidad de la empresa. Se llevan muy bien, han hecho una buena amistad en poco tiempo. Actualmente soltero y sin compromiso.

Clara es delgada, con pelo castaño largo y ondulado en las puntas. Buen culo, caderas marcadas, pechos medianos y muy firmes, ojos castaños y labios algo gruesos.

La cena fue fantástica. Platos de diseño de primera calidad, el mejor vino...y un ambiente agradable. Los cuatro sólo se conocían del trabajo, y en él tampoco coincidían mucho, pero conectaron fenomenal y lo estaban pasando muy bien. Relajados.

Estaban acabando el postre cuando el dueño del local se acercó hasta su mesa:

Dueño: ¿Qué tal? , ¿Ha sido todo de su agrado?

Todos: Sí, muy bien, gracias.

Clara: La comida estupenda.

Pedro: Y el trato genial.

Dueño: Me alegro mucho de que estén a gusto. Les tengo que comunicar que la señorita (mirando a Clara) ha sido nuestra cliente número mil.

Clara: ¡Vaya, que casualidad!

Dueño: Y por supuesto esto tiene un regalo para usted y sus acompañantes.

Noelia: ¡Anda, qué bien!

Dueño: ¿Me acompañan? Si han terminado, claro.

Daniel: Sí, sí, estamos ya.

Todos: Claro, vamos.

Dueño: Acompáñenme.

Daniel es moreno, pelo castaño corto, al menos 1'80 de estatura, delgado, con ojos verdes y bastante atractivo.

El dueño los llevó a la segunda planta, donde había un salón con una barra y mesas para tomar copas, cócteles... y en la parte derecha una puerta. Allí les condujo el dueño, saco una tarjeta, la pasó por un lector y la abrió.

Encendió una luz y se retiró de la puerta.

-Adelante, por favor.

Era una estancia grande, como el comedor de una casa de lujo: Dos sofás, una alfombra, una pequeña barra, televisión, música, videoconsolas...

Dueño: Disponen de nuestra estancia privada hasta el cierre, a las 4.00h. Tienen barra libre, una nevera con cosas para picar, música, televisión con internet... Disfruten de nuestro reservado.

Ah, se me olvidaba. Si quieren, pueden jugar a nuestro juego especial para clientes vip. Sólo tienen que coger la tableta que hay en la mesa de café y apretar inicio y después ok. Disfruten.

Clara: ¿Quién juega al FIFA en la Play?

Pedro: ¿Sabes?

Clara: ¿Cómo que si sé? Te vas a enterar.