Capítulo 3

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Capítulo 3

Tomás vió alejarse a Germán por el vidrio de la puerta, no lo quería en su vida, tenía todo lo había soñado una vez, ¿por qué tenía que volver a aparecer?. ÉL había tomado la decisión por los dos.

- ¿Interrumpimos algo? – Dijo Alexis sacándolo de sus pensamientos - ¿Quién era ese?

- Nadie, un cliente, ¿Qué hacen ustedes dos aquí?

- No vino el profe de fútbol – Gritaba un eufórico Santy que se bajaba de los brazos de sus padre para ir al estante de videojuegos.

- El profesor de fútbol de Santy no vino y yo tengo clases, no tenía con quien dejarlo, sé que no te gusta que este acá, pero no puedo faltar a mi clase – Alexis tomó sus cosas apresuradamente y se retiró del local saludando a los dos con un beso.

Tomás se quedó viendo como su pequeño hijo miraba uno por uno los juegos. Respiró profundamente y trató de tranquilizar su alocado corazón.

La tarde pasó casi sin problemas, los otros dos empleados fueron a verlo de forma pacífica, Tomás les prometió ver sus razones de despido y revisarlo junto a Luis pero no les aseguró nada – Luis es mi mano derecha y confió ciegamente en él y si los despidió sus razones debe tener, igual voy a revisar sus razones- Con esas palabras había logrado tranquilizar y evitar más problemas.

- Papi, tengo hambre –

- Yo también, ¿Qué quieres comer?

- ¡¡Pizza!!.

- ¿Otra vez? Mmmm ¿Pastas?

- Si.

- Bueno espera que llamo a la sucursal sur para que mañana mande a alguien para acá- Luego de cortar y asegurarse que el local estaba cerrado se dispuso a ir al supermercado y de ahí a su casa, a preparar la comida, hoy le tocaba cocinar, ese era el acuerdo con su pareja. Mientras preparaba la comida y Santy veía la tele, Tomás repasaba lo que sucedió esa tarde y decidió llamar a su mejor amigo, necesitaba descargar todas las cosas que habían pasado.

- Hola Marce.

- ¿Qué pasó?, Contame todo – Tomás Sonrió, conocía tan bién a su amigo, sabía que recibir una llamado a estas horas de su amigo significaba que había hecho algo o que había pasado algo.

- Contrátalo una vez más, para darle un cierre, para humillarlo como él te humilló a vos. – decía Marcelo después de escuchar todo lo dicho.

- No Marce, yo ya le dí un cierre, hace años, creo.

- Vez boludo, estás dudando, ¿Pudiste coger con el tarado de Alexis?

- Te dije que no lo llames de esa forma. – Tomás ya estaba muy enojado y algo confundido.

- Perdón sabes que no me cae bien ese tipo.

- Lo sé Marce, pero entiéndelo de una vez, es mi esposo y eso no va a cambiar – dijo más tranquilo.

- Bueno – Habló resignado Marcelo – Contrata sus servicios haceme caso.

- Chau Marce, se me van a pasar los fideos y Alexis debe estar por llegar.

- Ok. Mañana hablamos – Los dos cortaron al mismo tiempo.

Tomás se dispuso a terminar la comida, pensando seriamente en lo que Marcelo había dicho, - darle un cierre – eso podría ser verdad, solo sería una vez más, bajos sus reglas, esta vez él pondría sus reglas, pero y si Germán no quiere prestar sus servicios, y si él no quiere volver a estar con él, y si se rehúsa. Tendría que idear un buen plan y una excusa para no ser atrapado.

- ¡¡Papi!! – Sus pensamientos fueron interrumpidos por su hijo

- Santy. ¿Qué pasó?

- Se me rompió el muñeco, mira – Santy tenía en sus manos una figura de acción de Thor su personaje favorito, al que se le había salido un brazo.

- Uh, vamos a intentar arreglarlo o compramos otro.

- Me gusta este – Tomás sabía que su hijo no remplazaría un juguete roto por otro.

- Lo sé, ahora cuando venga tu padre lo vamos arreglar ahora a lavarte las manos. – dijo poniendo el juguete en la mesita de la sala y llevando al niño al baño para lavarlo.

La cena fue tranquila, Alexis hablaba de lo que había aprendido hoy y un muy entusiasmado Santiago lo escuchaba como si entendiera todo lo que decía. Tomás por otro lado estaba muy concentrado pensado en las palabras de Marcelo y en el cierre que supuestamente tenía que darse con Ger. – ¿Ger? ¿Quién diablos es Ger?, Se llama Germán, nada de apodos, es un puto, un prostituto él mismo lo dijo – estaba muy concentrado pensando que no se dió cuenta cuando estaban terminando de comer.

- ¡Papi no comió, No tiene postre! – exclamó Santy, sacándolo de sus pensamientos y dándose cuenta que estaba levantando la mesa y él no había terminado de comer, o mejor dicho no había comido nada.

- Te sientes bien – Pregunto Alexis

- Eh...mmm.. sí.. tuve un día largo en el local, Luis echando gente y seguramente mañana toca recontratar, estoy medio tenso.

- Deberías buscar algún masajista.

- Si tal vez lo haga, o podrías hacérmelos tus – Sonrió con picardía.

- Yo estoy peor que tú, con los exámenes y la casa.

- Bueno niño a dormir – Santy ya se estaba durmiendo en la silla, Tomás levantó al pequeño y lo llevó a su cuarto para darle un baño y acostarlo a dormir.

Obviamente es fácil decirlo pero llevarlo a cabole costó cuatro horas, entre risas, juegos, historia para dormir. Ese era sumomento feliz. Disfrutaba cada segundo de su hijo. De pronto se dió cuenta dealgo, miró para todos lados mientras su hijo estaba intentando derribarlo conuna almohada, algo faltaba, su memoria empezó a recordar y siempre era lomismo, él acostaba a su hijo, él jugaba con él hasta que se duerma, él selevantaba a la noche cuando Santy tenía pesadillas, él, él, él.




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Mi TaxiBoy - Parte 2Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora