capítulo 15

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Al llegar al suelo, caí de una forma que en mi país sería denominado "de platanazo"

Estaba toda mojada tenia frio y mi cabello (él cual lo había amarrado en una cola) goteaba agua por todas partes. Estaba en un corredor largo y obscuro que solo estaba medio iluminado por unas antorchas que colgaban del techo. Estoy bajo tierra y aun así hace frio (lo supuse por el paisaje, todo se veía constituido de tierra y grava), tanto frio que cada vez que respiraba veía humo salir de mi boca.

En ese momento un hada caballero (supuse por las alas) con el cabello negro y largo apareció junto a mí, en el lado derecho de su armadura a la altura del pecho tenía cuatro "C". La curvatura de cada C contenía un símbolo. Una luna creciente, un libro de hechizos, una flecha de elfo, y una estrella, muy interesante.

Tenía rostro amigable, alas hermosas, ojos grises que eran hermosos y había algo como marcas en sus pómulos.

-Señorita, soy Merliorn – hablo con voz ronca, casi seductora – la reina de la corte de las hadas necesita verla.

-Ya va – dije levantándome del piso – uno, ¿Entonces eres un hada? Me las imagine más pequeñas, y dos, estoy aquí por error, una vieja loca me empujo en una fuente y ¡pus!, aparecí aquí, me dice por dónde me voy y listo, no les molestare más.

-Uno, si soy un hada, Dos, No fue casualidad su encuentro con esa mujer, todo fue planeado, la Reina de la corte de las hadas, necesita verla.

-Bueni.

-Sígame.

Mientras caminamos le saqué conversación.

-¿Para qué me quiere ver?

-No tengo autorización para decírselo.

-Ay sí.

Ya no estaban en el largo pasillo ahora estaban en un lugar más o menos parecido al bosque, un camino precioso rodeado de plantas y árboles pero a la vez el suelo estaba lleno de piedras preciosas.

En esos momentos se abrieron unas puertas que daban a un hermoso cuarto blanco en el cual habían pilares del mismo color pero adornados con muchas flores y piedras preciosas y el techo era azul como el cielo. El cuarto estaba totalmente iluminado pero no podía ver antorchas ni lámparas y a la vez había luz por todas partes.

También se sentía un aroma como de miel mezclada con jugo de limón y ahí había un círculo formado por hadas bailando al ritmo de la música, ellas apenas y tocaban el suelo, sus cabellos eran azules, negros, cafés, escarlatas, dorados y blancos como la nieve, todas se veían hermosas.

Imagine que tendrían algún glamour, así que intente concentrarme, mirar detrás de esta cortina de ilusión, de pronto, sus caras ya no eran las mismas ya no se veían tan apacibles y hermosas. El hada con alas rosadas y azules estaba ahí pero ahora en vez de manos tenia garras, y sus rostros ya no eran hermosos, es más, sus ojos no tenían pupilas, eran totalmente negros.

-Porque esa mezcla de música country y algo de rock.

-¿la escuchabas?

-Sí.

—La usamos para los mundanos que son fáciles de engañar con el glamour de las hadas. Se supone que no afecta a los nephilims, se supone que están protegidos.

-¿Y porque supones que soy nephilim? Además no soy fácil de engañar.

-Todos saben de usted y de la bruja que busca su sangre, su seudónimo es "Nephilim Venezolana" – se detuvo frente a un espejo.

Wow, ya tengo seudónimo, pero algo en ellos no me da buena espina, considero que no debo dejar que piensen que soy débil, aprecio que ellos son los que quieren mi sangre, hay algo aquí entre las hadas con lo que no me siento bien.

Mire de cerca el espejo, el cual era hermoso, estaba adornado con piedras preciosas, también rodeado de flores.

-Adelante, la seguiré de cerca.

Traspase el espejo y me encontré dentro de una habitación.

Este cuarto no era como los otros, era plano y sencillo. En él había una mujer reclinada en un sillón rodeada de muchas hadas, la mujer se veía como una hermosa humana con el cabello más largo de lo normal y, sino tomabas en cuenta sus ojos negros, carentes de pupilas, pasaría por humana.

—Mi reina —dijo Merliorn haciendo una reverencia— le he traído la nephilim Venezolana.

La reina levanto la vista y en ese momento sus cabellos ya no parecían negros sino rojos y sus ojos ahora eran azules de un azul tan claro como el vidrio.

-¿Qué quiere? – dije poniéndome a la defensiva de inmediato.

-Venga siéntese junto a mí, come y bebe algo, la charla será más a mena con comida.

Merliorn me dijo en voz baja. —Yo no sería tan maleducado en rechazar la cortesía de la reina.

-Disculpe, pero tengo prisa, y estoy mojada, si no salgo de aquí temo que me dará hipotermia.

-Es lo de menos – Movió sus manos delicadamente y una corriente de aire llego hasta mi secándome, y dejándome el pelo alborotadisimo – espera ya te acomodo el cabello

Con un suave chasquido un par de hadas diminutas, me soltaron el cabello, lo desenredaron y trenzaron y me lo llenaron de flores.

-Ven – repitió.

-Bueno.

Camine hasta donde ella estaba y me senté en un cojín en el piso.

-¿Qué desea?

-Ayudarte.

-Mentira.

-¿Te atreves a llamarme mentirosa? Las hadas no podemos mentir.

-Usted lo ha dicho y no le creo lo de la ayuda, tal vez usted sea la que quiere mí sangre – me había comenzado a ladillar, me va decir que no puede mentir – es escuchado que usted es peligrosa – le mentí, nunca había escuchado de ella.

-¿yo? ¿La reina de la corte Seelie, peligrosa?

-Usted lo ha dicho.

-No querida, yo realmente quiero ayudarte, esta bruja que quiere tu sangre, es poderosa, ella si es peligrosa, no sé porque quiere tu sangre, pero la quiere, escuche por allí, que para revivir a su hermana muerta, necesitas protección.

-¿A qué quiere llegar? Además ya estoy cubierta, tengo nephilims a mi disposición – me sentí poderosa al decir eso.

-Entonces los rumores son falsos.

-¿Qué rumores? – la curiosidad me invadio.

-Que llegaste de Venezuela, tu país natal y te topaste con la hija de Valentine, y eso desencadeno que descubrieras que eres nephilim, que la sangre de él Ángel corre por tus venas.

Esta vieja sabe hasta más que yo, aunque no sé quién es hija de Valentine, seguro Clary.

-No sé de qué habla, al parecer le han informado mal.

-Me doy cuenta de que estás indispuesta, pero toma – chasqueo los dedos y un hada me puso un anillo dorado con una perla – esa perla abre, y dentro hay un pequeño cascabel, hazlo sonar y sabré que me necesitas, adiós.

Empezó a mover su mano elevándome en el aire hacia el espejo, cuando entre en él, sentí el familiar torbellino de un portal, ya me había acostumbrado a él.

¡Esperen! ¿A dónde me envió esta hada loca?

***

Hola, lamento la extra tardanza, pero aquí vienen estos capítulos, espero os gusten y los disfruten, please, no olviden votar y comentar, me gustaría saber que piensan de la historia, acepto sugerencias sobre el rumbo que deba tomar.

Besos, Yen.

Nephilim VenezolanaWhere stories live. Discover now