Obligado Por el destino

Capítulo 1

Paul se ha ido.

Las mismas palabras siguen dando vueltas en su cabeza, creando un torbellino de pensamientos empezando a hacer sentir a Ash mareado. Paul no se puede ir. Lo que Ash más teme es no poder volver a ver a su rival de nuevo. A pesar de sentir que sus piernas están a punto de darse por vencidas, Ash corre tan rápido como puede, su corazón golpeando salvajemente contra su caja torácica. Pikachu a su lado, igualando su ritmo. La enfermera Joy dijo que Paul ha dejado la Villa de los entrenadores no hace mucho tiempo. Al oír esto envía una oleada de pánico a través de las venas de sus venas. Ash no puede dejar que Paul se vaya sin despedirse. Él sigue el largo tramo de escaleras que conducen a la carretera que serpentea hasta llegar al muelle de la ciudad, entonces ve a un punto en la distancia.

"¡Paul!" él dice en voz alta, con la esperanza de que el viento llevará su voz hasta el entrenador de cabello púrpura. Cuando Paul se detiene y se da la vuelta, Ash se ralentiza, con cuidado de no tropezar para que no dar a Paul una razón para humillarlo. Ash se detiene a pocos metros de Paul tratando de recuperar el aliento, su pecho subía y bajaba en su esfuerzo. El sonido de los latidos de su corazón se hace eco a su alrededor, llenando el silencio que flota entre él y Paul. El sol se pone detrás de Paul. Un velo de color naranja y amarillo pálidos refleja al adolescente de cabello púrpura, creando un brillo etéreo. Hay algo diferente acerca de Paul, un cambio notable en el aura que envuelve su alrededor. La cara de Paul aún reflejan una gran cantidad de orgullo, pero la arrogancia que está tan acostumbrada a ver parece desvanecerse ante los ojos de Ash.

"Infernape se ha vuelto mucho más fuerte." La voz de Paul se abre paso a la meditación de Ash. El inesperado elogio hace oleaje en su pecho con deleite.

"Sí. Claro, Paul." Entonces la realización golpea a Ash como una pared de ladrillos. "¿Ya te vas?"

"Perdí, Ash. ¿No? Así que no hay razón para quedarse." En el pasado, podría haber reaccionado a la defensiva o con grosería, pero ahora, es diferente. De alguna manera, Paul admite la derrota. Ash decirle que se quede, pero él no está seguro de cómo Paul podría reaccionar, asique lo mantiene para sí mismo, preocupado de que Paul le podría ridiculizar y rechazarlo. Eso hará daño más que decir adiós. El joven de cabellos purpuras le dice que se va de nuevo a Ciudad Snowpoint para desafiar a Brandon nuevamente, si es que todavía existe. Y sabiendo que Paul perseguirá su sueño enciende una pequeña llama de esperanza en su interior, de que esta no será la última vez que Ash le verá.

"Buena suerte, Paul" Ash dice con profunda sinceridad. Para su sorpresa, Paul le responde.

"Gracias. A ti también" Luego sube los pocos pasos que los separan, levanta su mano y lo toma suavemente de la barbilla del pelinegro, luego se inclina y pone sus labios contra la mejilla de Ash.

Ash se queda allí, estupefacto, mirando los ojos oscuros de Paul, su corazón latiendo como un centenar de Tauros través del campo.

"Pika... Pikachu." Dijo el pokemon como si hubiera visto un fantasma, le parecía desconcertante la actitud de Paul hacia su mejor amigo. El sonido chirriante del pequeño Pikachu hace que Ash recuerde dónde está, pero lo único que puede hacer es abrir y cerrar la boca, no puede quitar los ojos del rostro de Paul. Ash está en una pérdida para las palabras. La nave se hizo notar desde el muelle y Paul tomo a eso como su señal para salir porque él se aclara la garganta y dice.

"Así que... te veré, Ash" Luego continúo su camino por las escaleras. Paul se desvanece en la puesta de sol, el recuerdo de sus labios contra su mejilla deriva por su mente. Las lágrimas brotan de sus ojos y las parpadea a distancia.

'No debes estar distraído. Debe centrarse en mi próxima batalla'.



Ash decide dejar a su equipo en descanso por lo que se retira a su habitación con Pikachu temprano esa noche, sabiendo que su mente y su cuerpo necesitan un respiro. Una vez que el, Dawn y Brock se fueron a la cama. Ash se encuentra mirando al techo, con los brazos metidos detrás de su cabeza. Sus pensamientos deben concentrarse en su batalla de mañana. Debe formular una estrategia sobre la manera de vencer al Darkrai de Tobias, el Pokémon negro, portador de los malos sueños y muy potente, pero en su lugar, está pensando en Paul, preguntándose donde podría estar en ese momento. Ash suspira, el nombre de Paul inconscientemente se desliza a través de sus labios.