Evan paseó por las calles de Londres, miró alrededor, la ciudad recubierta con una ligera capa de nieve. Todo le era indiferente, tan normal. Pero, aún, entre las aglomeraciones urbanas, podía ver la sangre a través de la piel y las capas de ropa, le era tan deliciosa, quería probarla, quería cortar cada centímetro de piel, quitárselo al cadáver de sus víctimas, se saboreó solo por un segundo el pensarlo, pero volvió a el mundo real cuando la chica rubia tocó su hombro.

— Ey, Lodger, traje tu comida—. Le dijo con una sonrisa de burla y le dejó su órden en la mesa sentándose, destapó su hamburguesa y le dió un mordisco.— ¿No vas a comer, cabrón?—. Le dijo con la boca llena.

Él le ladeó una sonrisa y asintió, destapó lo que, apenas decente, era la vergüenza en una hamburguesa notoriamente industrializada.— Puta madre Gabriela, ¿Qué jodidos es esto?—. Gruñó a la molestia de su comida.

— Púdrete Evan, es un McDonald, agradece que te alimento, hijo de puta—. Le contraatacó con restos de comida en la boca.

Rodó los ojos y le dió un mordisco que terminó en la basura, al igual que el resto de la comida.— Que porquería comes—. Se limpió con una servilleta.

                          [•••]
Entraron al departamento que compartían, él se encaminó a su cuarto y se encerró ahí, abrió su ordenador y se metió a su página Web favorita.

Gore, hablamos de Gore, asesinatos, sangre, piel por aquí, piel por allá y sangre por mucho más allá›.

Gabriela le había notado extraño, pero no le fue importante si no hasta que en su historial de búsqueda encontró una página Web de Gore abierta, no era de ella, no señor.
Caminó extrañada hasta el cuarto de su compañero, tocó la puerta; del otro lado, Evan, cerró su ordenador con rapidez.

— ¡Ándate!—. Gritó y la puerta se abrió y se dejo entrar Gabriela con el computador en mano.

— Hill, en mi ordenador apareció una página Gore extraña, ¿Es tuya?—. Le pregunto con rapidez.

Evan empalideció.

‹Había cometido un error, tenía que arreglar todo›.

— Si joder, es mía, la necesité para una exposición de Forense, con Máximo—. Le respondió lo más natural que pudo.

Ella asintió, y lo comprendió; Evan estudiaba para Médico Forense, todo era lo más coherente que su cabeza le daba, pero algo fallaba, eran cerca de 15 búsquedas en un día.

— Pero es mucho, ¿Que tanto trabajo era?—. Le cuestionó para no pensar mal de él.

— Mucho—. Respondió con rapidez.— Necesité de muchas imágenes—. Sonrió y Gabriela asintió «complacida», aún con todo lo dicho había algo en su cabeza que no se lo permitía tomárselo bien, sin embargo, salió del cuarto de su amigo cerrando la puerta tras de sí.

Evan apenas, Gabriela desapareció, suspiró y el color volvió a el, aunque esto causaba gracias, Evan Hill Lodger era más pálido que la puta leche.
Por algo Gabriela no notó su palidecimiento.

Pero joder, era un problema.
uno de muchos más›.

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⏰ Última actualización: Oct 23, 2018 ⏰

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†Killer Blood† •Book 1•  «Español»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora