Parte 1

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El Portal

Claudia estaba furiosa, el hechizo que había intentado no funcionaba. De repente la mirada fría de su marido le llegó a su cabeza y su pecho se oprimió. ¿Porque le dolía tanto la indiferencia de aquel elfo? ¡Los habían obligado a contraer nupcias! ¡No fue su decisión!! Ella debería odiarlo no sentir tanta frustración ante su indiferencia. ¡Era un elfo!! Con un último suspiro alejo al arquero de su mente y se dispuso a volver a intentar el hechizo que había encontrado en uno de los libros en casa de su ahora marido.

Tomo un puño de granos de arena del desierto oscuro y en una antigua lengua recito:

Bidh mi a 'fosgladh ùine agus àite fosgailte, anns an sgàthan tha an saoghal a thug a' ghrian air ais

Las velas a su alrededor adquirieron un tono morado y la habitación se puso cada vez más fría. Al poco tiempo Claudia empezó a temblar y a causa de ello no pudo terminar el hechizo. Dejo de tratar y las velas volvieron a su color original. Suspiró con decepción al ver no había logrado descifrar que hacia ese hechizo. Final mente se resigno a la idea de tratar al día siguiente. Estaba a punto de retirarse de su cuarto de practica privado cuando las velas desprendieron un fuego morado y la habitación se congelo. Con una gran sorpresa se giró a mirar el círculo de velas par notar un portal de un brillo celeste flotando en el medio. De repente 8 personas e inconscientes vestidos con ropas extrañas cayeron del portal estrellándose contra el frio piso de roca. Claudia grito por ayuda y solo fue cuestión de tiempo para que un grupo de soldados acompañados de su hermano Soren irrumpieran en su cuarto de práctica. Una sensación la invadió mientras permanecía inmóvil simplemente observando a los soldados cargar a los desconocidos en dirección al área médica, sintió miedo y por primera vez se arrepintió de haber robado el libro y tratar de ejecutar tal hechizo. Sintió temor. Palideció y sus manos empezaron a temblar. ¿Quiénes eran aquellas personas? Su mente viajo de miles de posibilidades, algún tipo de elfos, tal vez hechiceros, alguna raza proveniente de Xadia. Por un memento la idea de pedir ayuda a Runaan cruzo por su mente para luego desechar la idea. Su marido no tenía ni idea que ella había tomado el libro. Con terror imagino la mirada furibunda de su marido al enterarse de sus actos. Maldijo por lo bajo y busco tranquilizarse. Después de lo que parecieron unos minutos, unos pasos resonaron por el pasillo. Volteo para ver a su hermano en la puerta con el ceño fruncido.

¿Qué rayos paso Claudia? ¿Quién es esta gente? – demando él con voz severa

Sinceramente no lo sé – respondió aun un poco temblorosa

La mirada de su hermano se suavizó al oírla hablar.

¿Y tú estás bien? No estarás herida ¿o sí? – pregunto con un deje de preocupación.

No me encuentro herida, sin embargo ...-

No pudo terminar de hablar cuando un guardia entró apresurado.

¡Mi señor! ¡señora! ¡Ha despertado uno de los desconocidos! –

Claudia y Soren se apresuraron a llegar al ala médica. Al llegar vieron a un adolescente como de su edad con cabellos rubios y ojos azules.

¿Cómo te llamas? – demando Soren

Yugo, me llamo Yugo-

Claudia sonrió en alivio sin saber que aquellas personas cambiarían su mundo para siempre. 

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⏰ Last updated: Oct 23, 2018 ⏰

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