Qué duro es echar de menos
a quién te sonreía sin más,
perderse en un cruce de miradas
que miraban a otra persona,
en unos brazos cruzados
con frío en las entrañas.
Todos hemos pasado el invierno.
Qué duro escucharte en cada canción
sabiendo que te llevaste contigo la música,
tararear recuerdos
olvidando la letra.
Escribir con puño y letra
lo que dijiste con el corazón en el puño
y que te cierren la puerta.
Qué duro el olvido
si se cansa de recordarte.
Qué duro no pedir que te quedes
mientras todo se va.
Mientras el mar se lo lleva todo
pero no me devuelve la sal.
Qué (sal)gas de mi vida
haciendo que la rutina
lo haga todo igual.
Qué duro respirar en el pretérito aquel,
en lo incierto de la ausencia,
en lo certero del adiós,
en lo blanco y en lo negro
—sin grises que marquen la diferencia
En que te vas y me quedo.
Qué duro que me digas que me quieres
y no para qué.
Octubre 2018
Alba Rubio
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El cuento de las mil y una cartas
PoetryEsta es una historia de domingo por la tarde, de los de manta. De nombres que llevan suspiros y suspiros que huelen a canciones. La historia de alguien de corazón abierto a unos brazos cruzados. De un cruce de miradas que miraban a otro lado. De prí...
