Siempre estaré a tu lado

Tras la primera cita empiezan los problemas

Sólo podía pensar en Natsu. Aunque ya era de día y podía oír a su padre desayunando, ella no era capaz de dormirse. Habían pasado tantas cosas en una sola noche… Ya estaban en Marzo y los cerezos comenzaban a florecer, solo habían pasado cuatro meses desde que se transfirió a Fairy Tail pero habían sido los cuatro meses más intensos de su vida, había reído y llorado, había conocido personas extrañas y maravillosas, se había divertido muchísimo y también lo había pasado mal pero sobre todo se había enamorado locamente del chico más guapo del mundo y por fin éste le correspondía. Nunca pensó que podría ser tan feliz. Finalmente el sueño la pudo y se durmió soñando con el chico de pelo rosado que ahora era su novio. Cuando despertó ya era más de mediodía, su padre había vuelto del trabajo y estaba preparando la comida, ella fue a la cocina sonriente y le saludó animada.

-¿Lo pasaste bien en el festival?- le preguntó su padre.

-¡Sí, papa fue genial!- respondió ella.

Quería contarle a su padre lo de Natsu pero no se atrevía, a fin de cuentas era su primer novio y su relación con su padre había sido casi nula hasta hacía poco tiempo. No obstante él pareció notar algo en la expresión de su hija y la miró extrañado.

-Esta noche vamos a cenar con tus tíos- le dijo – tienen una sorpresa para ti.

Lucy se percató de que su padre también perecía más feliz de lo usual, “¿De qué se tratará?” se preguntó la rubia. Cuando terminaron de comer volvió a su habitación, su móvil estaba iluminado sobre la mesita así que lo cogió. Era un mensaje de Natsu: “Quiero verte” Ella se sonrojó y le contestó en seguida: “Yo también, ya te echo de menos”. A los dos segundos su móvil vibró de nuevo: “Voy a buscarte”. “¿Iba a venir ahora?” pensó ella alarmada, aún estaba en pijama. Se levantó corriendo, se duchó y se arregló el pelo, se volvió loca pensando en qué ponerse, pensaba que si conseguía salir con él estos nervios que tenía cada vez que lo veía se calmarían un poco pero parece ser habían ido a peor. Aunque lo había visto hacía sólo unas horas, estaba tan nerviosa y emocionada que no podía pensar con claridad. Acabó escogiendo un vestido corto y se maquilló un poco, justo cuando terminó sonó el timbre de la puerta. Ella salió corriendo y se despidió de su padre que veía la televisión sentado en el salón y la miró de forma sospechosa.

Esperando en el portal estaba el peli rosa que la recibió con una gran sonrisa. Ella no pudo controlarse y se lanzó a sus brazos.

-Estás preciosa- le dijo Natsu acariciándole el pelo.

Lucy se sonrojó de nuevo, su corazón iba a mil por hora otra vez, ¿Podría algún día acostumbrarse a esto? Se besaron suavemente en los labios y comenzaron a andar cogidos de la mano.

-¿A dónde quieres ir?- Le preguntó él.

-Hmm me da igual.

-Podemos ver una película en mi casa-sugirió él.

Ella sintió que se ponía nuevamente roja pero asintió. “¿En su casa?” Natsu vivía solo y ahora era su novia. La temperatura de su cuerpo se disparó pensando en lo que podía implicar aquello.

Caminaron hacia su casa en silencio.

-Creo que mi padre sospecha algo de lo nuestro- dijo ella rompiendo el hielo.

El peli rosa se quedó pensativo.

-¿Quizás debería ir a presentarme?-dijo después- Algo así como “Hola, soy el novio de su hija”.

Ella se rio, no imaginaba a Natsu haciendo eso pero él lo decía completamente en serio, podía ser tan tierno a veces…

Cuando por fin llegaron a su casa, Lucy estaba muy nerviosa. Se sentó en el sofá, Natsu puso una película y después se sentó junto a ella y la abrazó.