·°Tus agudos gemidos°·

Gemido 2

—Jimin? Estas bien? —dice tocando su hombro.

—Mm... si sólo —juega con sus pequeñas manos—- algo me preocupa... solo éso.

—puedo saber que te preocupa?

—Pues... no quiero hablar de eso —Ríe cansado.

—Jimmin... soy... tu hermano porfavor...

—Es por YoonGi... yo lo amó y el ami... pero —muerde su labio nervioso— recuerdo que tengo novio y... todo se va a la mierda!

—Jimin...—no entiende por que Jimin se acompleja de esta situación, la cual para el, es muy sencilla de resolver.

—Jin... yo le tengo mucho afectó a Jungkook, no puedo solo dejarlo —Cierra sus ojos.

—Pero... tu ya no amas a Jungkook, nunca lo isite —saca su celular— tu solo estas con el por...

—No Jin, por pena no.

—Okey, comprendo —Le escribe a Namjoon para que viniera por el, a la casa de Jimin— debo irme a casa ahora Jimin... puede solo... no hacer estupideces...?

—No lo are...

—Nos vemos cariñito! Nam te manda saludos —Corre a la puerta, antes de salir deja un pote con comida, en la cocina.

Como are para resolver esto, yo amo a YoonGi... pero no quiero romper el corazón de Jungkook, el es solo un niño.

Pense demasiado sobre eso...

—Ire a dormir...

(***)

—

Jimin? —entra con un meticuloso cuidado a la oficina— Jimin, estas con alguien?

—No Hyung, puede pasar.

—Okey —entra rápidamente y cierra la puerta con seguro. Por que la seguridad es primero, piensa YoonGi.

—A que vino hoy a mi oficina, Jefe —dice mientras acomoda su cabeza entre sus manos— quiere una reunión?

—Por eso eres mi empleado favorito —rasca la parte tresera de su oreja— pero quería hablar contigo...

—Mm... hablar? Sobre que Hyung?

—Jimin... cuando aceptaras ser mi novio? —dice jugando con sus manos.

El peli rosado quedo perplejo. YoonGi no sabia de la relación que tenía con Jungkook, tampoco quería que supiera. Pero creó que era la hora de decir la verdad.

—YoonGi, yo tengo novio... —baja su mirada, para no ver los intensos ojos del contrario, los cuáles le miraban con algo de tristeza.

—Y aun haci... —muerde su labio— jugaste conmigo... —tapa su rostro— soy tan idiota, como pude al menos pensar que tu... realmente querías algo conmigo, pero, me equivoqué...—Rápidamente se da la vuelta, quita el seguro de la puerta, para salir de ahí, de una vez por todas.

El de pelo azabache sintió su corazón romperse. El amaba a Jimin, desde que ese chico de piel color canela, cruso esa puerta.

Ahora no sabía que pensar, Jimin a vía jugado con sus sentimientos, el jugo de una manera tan espectacular que logro enamorar al azabache. Pero todo ese amor se fue por el inodoro, ahora sentía que solo lo utilizó para tener relaciones y ya...

—Soy un completo idiota—murmura mientras limpia unas lágrimas que calleron por sus ojos— tan idiota...

(***)

—Oh! Hombre cojes muy bien! —dice con un gemido apuntó de salir de su boca— Ah!~ dios!

El de cabello azabache sostiene muy fuerte, la cintura del chico de una tes algo morena. Penetrando una y otra vez, la entra de aquel chico, el cuál conoció hace unas horas, en un bar Gay.

—Mm~ vamos! Más rápido! —Exige— adelanté... yo puedo con más.

—Como quiera —sostiene de una manera diferente la cintura del menor, dándole otro ángulo a su penetración.

El chico de tes algo morena, gimio alto y algo ronco. Sus gemidos no eran cómo los de Jimin.

—Ah! Me encanta!~ —dice entre gemidos y jadeos— Mm~ ah~ ah~

—Mm~ —Gime ronco— diablos! —le molestaba que el chico no gimiera agudo, el quería esa clase de gemido.

YoonGi se preguntaba una y otra vez: Cuando gemiras cómo Jimin! Por que están dificil encontrar a alguien que gima como el...

Los chicos con los cuáles a estado teniendo relaciones, eran muy bellos, tenian un rostro y cuerpos increibles, pero ninguno de ellos tenía la clase de gemidos de Jimin. El quería oír esos gemidos desesperados, agudos y muy rápidos. Queria oírlos.

—Taehyung! —el chico de la tes media morena, apretó, con sus paredes internas, el miembro de el Azabache. Haciéndolo gemir.

—Ah~ recuerdas mi nombre —gime el nombre de YoonGi.

—Taehyung! Voy a venirme! Dios...

(***)

—YoonGi... —solloza— lo siento tanto... te amó —murmura.

Jimin no podia dejar de pensar, en el hombre de cabello azabache.