01

4.1K 251 493
                                    

–Acepto.

–Y tú, Tweek Tweak, ¿aceptas a Craig Tucker, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la...?

–¡Ngh, claro que sí, por eso estoy aquí!

Craig no lo culpaba. En la cara del rubio se reflejaba temor, nerviosismo y ansiedad.

Todos los que eran importantes para él lo estaban viendo en un momento tan íntimo como lo era la unión entre él y el amor de su vida.

Por eso no le molestaba que desde el inicio de la ceremonia, Tweek estuviese interrumpiendo y siendo algo grosero.

Hasta era gracioso.

–Emh... Bueno, siendo así, por el poder que la sociedad y la Iglesia me confieren, pueden besar...

–¡Agh, no me diga qué hacer!

Dicho esto, Tweek tomó el rostro de Craig en sus manos, besándolo bruscamente. Los aplausos llenaron la capilla, y Tweek se relajó un poco.

Al separarse, Craig sonrió.

–Te amo, Honey.

–Te amo, Craig...

Tweek al fin dejó de lucir tan tenso. Volvía a ser el mismo.

Craig también estaba algo ansioso, por supuesto, pero nadie podía notar lo acelerado que iba su corazón, así que estaba bien.

La pareja salió de la capilla, con familia y amigos alrededor, todos listos para festejar la unión.

Craig no era precisamente religioso, pero sus padres insistieron en una boda católica tradicional. La sociedad era flexible con parejas como la suya, así que no fue difícil convencer al viejo padre Maxi de oficiar todo.

Horas antes, a petición de Tweek y sus creencias, se había celebrado también una ceremonia de boda en el templo budista de Denver; una sencilla bendición para los novios.

Aquél día había sido en realidad pesado para ambos, con mucha planeación detrás... y finalmente eran libres de festejar en la recepción que les habían preparado.

–¡Bravo, que vivan los novios..!

💍💍

Tweek y Craig habían sido unidos por la ola de niñas fanáticas del yaoi cuando eran más pequeños. Si bien eso se sentía forzado y era estresante, dio lugar a que los chicos se acercaran más y descubrieran que no sólo se llevaban estupendamente como amigos, sino que disfrutaban estar juntos de forma más cercana.

Lo disfrutaban tanto que Craig había dado por hecho que las cosas continuarían de esa manera: un buen día, en medio de un proyecto de ciencias, se le escapó insinuar que ya imaginaba una vida a futuro junto a Tweek.

Claro que aquello le avergonzó de sobremanera. Ambos eran apenas unos adolescentes y ni siquiera eran pareja real... Craig se lamentó y recordó por qué siempre trataba de mantener distancia del rubio: lo alteraba demasiado.

Al ver al chico rubio frente a él, cargando un bebé de plástico y con una expresión de sorpresa y vergüenza, Craig entró en pánico (poco típico de él) y huyó del lugar, no sin antes mostrarle el dedo de en medio. No sabía cómo controlar ese tipo de emociones y en el momento fue lo mejor que se le ocurrió hacer.

Después de eso Tweek lo buscó. No podía ignorar un comportamiento tan poco propio de Craig. ¿Qué había sido todo eso?

Luego de hablar un poco como chicos grandes y maduros (o al menos eso es lo que contaron Craig y Tweek; en realidad tardaron tres horas para revelar sus sentimientos y no pudieron ni verse a los ojos ese día, teniendo a su hijo “Creek” en medio de los dos todo el tiempo) llegaron a la conclusión de que se gustaban mucho. No sólo eso: estaban genuinamente enamorados y no lo sentían forzado en absoluto.

Mis hijos. [creek fanfiction]Where stories live. Discover now