Jueves

Capítulo 06

—Veo que te trajeron sopa —me dice Emily mirando la bandeja con comida—. No es por ser grosera, pero le falta un poco de color, aunque debo admitir que el hecho de que esté caliente lo compensa. Tal vez debo cocinar en la casa y traerte un poco, tampoco es que me crea la gran cocinera pero al menos estaré más tranquila al saber que estarás comiendo bien. Javier dice que en unos días podrás regresar a casa, cuando Mario escuchó eso se puso tan feliz que llevó tu motocicleta a lavar para que podamos llevarte a casa en ella, ¿no es genial?

Yo tan solo me quedo en silencio, observando el techo blanco de la habitación.

—Helena no te quedes callada, dime algo. Aún me cuesta entender el por qué lo hiciste, pero ya no importa, no te voy a juzgar. Helena por favor —me dice tomando mi mano—, me preocupo por ti.

—Emily —dice Javi entrando a la habitación—, la hora de visita terminó, lo siento.

—Está bien, nos vemos Hell —me dice Emi dándome un beso en la frente para después salir de la habitación.

—No comiste —me dice Javi mirando la bandeja—, sé que la comida de aquí no se ve bien pero debes tratar de comer algo, tu estómago no puede quedar vacío en las condiciones en las que te encuentras.

—¿Por qué me salvaste?

—¿No querías que lo hiciera?

—Debiste dejarme morir, de esa forma dejaría de sufrir y podría...

—¿Reunirte con tus padres? Si eso es lo que pensabas, déjame decirte que nada te iba a asegurar verlos de nuevo.

—¿Y cómo sabes eso? ¿Acaso ya lo intentaste?

—Helena, tú no podías morir.

—¿Por qué? Dame una maldita razón por la cual tengo que seguir viviendo en este estúpido mundo.

—Hay una razón muy grande por la cual debía salvarte y créeme que entonces podrás entender el por qué lo hice.

—Bien, estoy esperando. ¡Dime por qué carajos sigo viva!

—¡Porque no iba a permitir que tu hijo muriera!

—Mi... ¿qué?

—¿Recuerdas que te sentías mal? Los resultados de los estudios que te hice llegaron ayer cuando me fui a visitarte. Al llegar al consultorio y analizarlos bien me di cuenta de que no tenías ninguna infección, sino que todos tus síntomas se debían a que tienes un feto de casi 3 meses dentro de ti.

—No...esto no puede ser —digo con la voz entrecortada.

—Cuando supe esto, de inmediato iba a llamarte, pero Emily me marcó primero para decirme que no estabas, que habías salido y dejaste una nota despidiéndote de todos. En ese momento no me importó absolutamente nada, salí a buscarte con Mario y Emily; al llegar al parque, entre la tormenta, pude ver tu silueta y de inmediato corrí hacia a ti para impedir que cometieras alguna estupidez, pero era demasiado tarde porque tus manos yacían en sangre. Emily y Mario llamaron a una ambulancia y apenas llegamos al hospital hice todo lo posible por salvarte a ti y a ese pequeño.

—No, no es verdad.

—Helena, estás embarazada.

En ese momento sentí que mi mundo se volvía a derrumbar mientras un par de lágrimas caían por mis mejillas, ¿cómo es posible? No puede ser cierto, no me puede estar pasando esto.

—No puedo estar embarazada —le digo a Javier entre lágrimas—. Es imposible, es producto de una violación.

—Lo sé, pero el que sea de esa forma no quiere decir que también será un delincuente.

—Javier no estoy lista para ser mamá, ni siquiera tengo ganas de seguir viviendo ¿y tengo que darle vida a otro ser? No quiero, no quiero tener a ese bebé.

—No hay nada qué hacer Helena.

—Javier, por favor, no me puede estar pasando esto. No quiero tener un hijo de un violador.

—Helena ya basta, no hables de esa forma. Esa criatura no tuvo la culpa de nada.

—¿Cómo puedes decir eso? ¡¿Qué me asegura que no será un desgraciado igual que su padre?!

—¡Porque yo también fui producto de una violación!

—¿Qué es lo que has dicho? No puede ser, Javier... ¿Qué está pasando? —Le digo sorprendida.

—Sí, mi mamá también fue violada pero a diferencia de ti nunca encontraron al culpable, sin embargo decidió darme la vida y educarme a su manera para que me convirtiera en lo que soy ahora. Oswaldo, "mi padre", conoció a mi mamá cuando yo tenía 7 años y entendió perfectamente la situación; él quería tanto a mi madre que se terminó casando con ella y convirtiéndose en mi verdadero padre

—¿Por qué nunca me dijiste?

—Porque jamás hubo necesidad de hacerlo. Pero veo que no estás pensando con claridad y tenía que hacerlo, ese hijo que tú esperas no tiene la culpa de nada y tienes la oportunidad de educarlo y hacerlo una persona de bien, justo como mi madre hizo conmigo —me dice mientras un par de lágrimas salen de sus ojos.

—Pero...no sé qué hacer.

—No estarás sola Hell, me tienes a mí al igual que a Emily y Mario. Te ayudaremos, pero tienes que poner de tu parte y esta vez, no debes dejar que la depresión y el pánico te ganen, no ahora con un pequeño dentro de ti. Y siendo sinceros, sé que serás una excelente mamá —me dice mientras sale de la habitación.

Estoy...embarazada. Me imaginé este momento tantas veces y no se parece en nada a lo que estoy viviendo ahora, ¿un bebé? ¿Cómo debo reaccionar? Tengo un ser vivo en mis entrañas y no tengo idea de cómo cuidarlo. Hace unas horas estaba dispuesta mandar todo al diablo sin importarme lo que le pasara a los demás y ahora...ahora mi vida ha dado un giro enorme y no sé por dónde empezar.

Toco mi vientre y me cuesta creer que ahí dentro pueda haber una pequeña criatura. ¿Dolerá? ¿Y si no puedo ser una buena mamá? ¿Y si no me quiere? Tengo tantas dudas que hasta dolor de cabeza ya me dio, sin embargo, creo que debo escuchar a Javi y criar a mi bebé para que sea una gran persona en el futuro. Le podría enseñar a tocar el piano, a nadar, le enseñaría todos los idiomas que me sé e incluso le compraré mucha ropa de color negro para que también le guste el estilo gótico...quizá sea mejor de lo que me imagino, será como si cuidara de nuevo a mi hermanito, no puedo evitar llorar al recordarlo, pero ahora creo que tengo un nuevo motivo para seguir viviendo.