El tiempo apremia! Fugitivos!?

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Tenemos que esperar tanto?!- se quejó Donald con pesar.

- Pues... Esa es la burocracia del inframundo, sí quieren resolver su problema con el trámite, deberían consultar al dios de los muertos, aquí tardarán casi una eternidad, no llevo más de 350 años aquí por nada, si algo sé es como tratar con él- Explico Citlaly

-Un momento, que hay de tu bisabuelo Clinton Coot? Donald, puedes regresar!-
Concientizó Panchito.

Entonces José analizó y apoyó la idea del gallo:
-Viéndolo de esa manera, es buena idea!

- Bueno, debo confesar que aún si yo pudiera regresar con Xandra y venir a buscarlos no creo que sea muy útil, además, que pasaría si Felldrake también logra salir !? Me aniquilaría cuando menos me lo espere, es muy arriesgado, por qué aún si Xandra me defiende el Atlas Dorado se puede cerrar sin el separador, así los tres quedaríamos vulnerables, pero en unidad somos invencibles, somos un gran equipo! - Exclamó Donald, parecía más sabio, aún cuando en realidad sólo era un poco más analítico, ya se había dado cuenta de que su actitud impulsiva era la que lo metía en problemas y si quería regresar con Daisy debía cambiar eso.

- Tienes razón, o todos vamos contigo o nadie pasa-sentenció José con júbilo.

- Donde vá el primero ... -
Gritó Panchito agitando su sombrero con la mano, emprendiendo una carrera corriendo los más rápido que sus pies le permitían gritando y tratando de pasar la aduana

- Van siempre los otros- Acompletaron José y Donald saltando de alegría para posteriormente seguir a su compañero.

- Así se habla! - se alegró Citlaly cuando escucho a los caballeros pero de momento se dió cuenta de lo que estaban a punto de hacer y los detuvo interponiendose entre ellos y los guardias de la aduana
- Esperen, no lo hagan !! Aquí la guardia es muy estricta! Yo no he podido pasar allá desde hace mucho tiempo! Ni aún con la confusión de hace unos meses cuando un niño vivo buscaba a un tal Ernesto de la Cruz! Alto, porfavor!! Así solo lograrán terminar... Olvídenlo... Fue mi última advertencia, allá ustedes - dió la media vuelta y se fue.

Los tres ya estaban lejos de ahí, ignoraron las advertencias y fueron aprehendidos unos metros más adelante. Fueron llevados de urgencia a hacer sus declaraciones en la delegación, donde el nudo se agrandó aún más.

C

inco minutos después en la delegación

- Ya se lo dije, no pueden pasar, no están en el registro de difuntos! Ustedes no son los únicos, otra familia tampoco pudo, aún con sus patéticos intentos.

- Tiene que dejarnos pasar!-
Exigió un molesto Panchito algo sorprendido por haber escuchado desde el otro lado una voz profunda con tono sofisticado y hostil al mismo tiempo, era Sheldgoose! Quien se encontraba en la misma situacion, todo por querer pasar sin ningún registro, al parecer su nombre también fue misteriosamente borrado.

Flash back con Felldrake y Sheldgoose

Mami! - gimoteó adolorido Leopold, después de haber caído, acariciando su ala izquierda, que fue lastimada después del impacto.
- Mami está aquí pequeño, ya pasó, vamos, levantate, ya, ya, tranquilo, aquí estamos - dijo Sheldgoose en tono dulce intentando animar a Leopold para seguir a aquella creatura multicolor que ahora escapaba con los tres Caballeros a sus espaldas.

- Los odio!!- Gritó Felldrake al aire mientras veía impotente cómo se alejaban, después volvió su rostro a Leopold acariciando su pelaje: - te vengaremos, no importa que sea lo último que haga- en ese momento tronó sus dedos con los puños intentando invocar un hechizo para hacer regresar a sus rivales, al parecer la magia en los límites de el inframundo no funcionaba bien, se hizo acreedor de una multa por intentar congelar a los guardias sin éxito alguno, pareciendo un muy patético mago principiante de feria barata. Así llegó a la delegación, aún resistiéndose, sin tener una explicación del porque no estaban registrados.

Tiempo actual.

-Tiene que dejarnos pasar! Gritó Sheldgoose molesto, escuchando a Panchito del otro lado, tuvo un brillante plan.
- mire usted, señor guardia, nosotros no queríamos infringir la ley, nosotros pretendíamos hacer justicia por mano propia, verá, nuestro querido Leopold fue derribado injustamente por otro alebrije, que escapaba de la ley, digo, sí nunca ha pasado al otro lado seguro está desterrado, no es cierto?- cuestionó Sheldgoose con seguridad mientras Leopold seguia acariciando su ala izquierda.
- comprendo... Debemos apresarlos! - sentenció el guardia.
- perfecto! - exclamó Felldrake .




Entre Quetzi y Mictli: El viaje al otro mundoWhere stories live. Discover now