Una nueva oportunidad o al infierno

Capítulo 4: Te quiero, no puede ser

Capítulo 4: Te quiero, no puede ser

- Señorita Heart le pido mil disculpas por esto...- Mi jefa se disculpaba con la chica tras de mi

- No se preocupe- le dirigió una sonrisa que jamás había visto en sus finos labios a la bruja de mi jefa- veo que su desempeño es deficiente señorita Ross- era esa chica, mi diosa, esta ahí frente a mi... vaya sí que es fuerte

- Yo no...- ahora hablaba como tonta-

- No me diga esa historia que le acaba de decir aquí a la señora porque yo si no se la creo, hace dos horas que te vi en el café y salió muy bien acompañada.

- Yo... lo siento- bajando mi cabeza la verdad me sentía avergonzada ella me vio salir con aquella chica que ni el nombre le sé.

- Ross vaya a su oficina y póngase a trabajar ya.

- Si...- Salí sin más de allí. Completamente avergonzada

Me sentía súper feliz por un lado ya sabía por lo menos su apellido Heart. ¿Pero si me despiden ahora?, ella se veía algo importante. De seguro alguien en este mugre edificio sabe quién es Heart. Camine hasta el haría de cafetería donde había mucho de mis estúpidos compañeros reunidos. Entre y como si nada pregunte...

- ¿Alguien sabe quién es Heart? -

- Depende- contesto uno de los reporteros

- ¿depende de qué? - le respondí mas interesanda

- De si es hija o padre

- Pues supongo que hija

- O sea Ross ¿la que vino hoy? - me pregunto otra columnista

- Si, ella misma

- ¿que no sabes? - parecía ser la única idiota que no sabía.

- Bueno si estoy preguntando es por algo- respondí de mala manera

- Heart, hello Ross, son los dueños de este periódico- dijo el reportero como si fuera lo más simple del mundo y yo la más idiota y lo era...

- Cierto lo había olvidado- genial me estada enamorando a la dueña de todo esto.

Salí de allí algo contraída por la noticia. Pero ella se fijó en mí, vio cuando salí con esa chica. Tal vez si le intereso. Cuando entré a mi oficina vi a mi bella Diosa frente a mí, esperándome

- Hola princesa

- Señorita Ross veo que no desiste de sus intenciones y que tampoco conoce la palabra "acoso laboral"-

- Es la mujer más bella como podría si su aroma, sus ojos e imagen esta clavada en mi mente. - vi que se sonrojo otra vez creo que si se está fijando en mi- realmente deseo que no tome mis halagos como acoso.

- No vengo a escuchar sus impertinencias. Espero más respeto hacia a mí. - se veía molesta pero no quería desistir

- Mis palabras hacía con usted no son impertinencias, son mis sentimiento.

- No creo que sea si, o en todo caso ¿por qué se fue con cierta persona esta mañana? - oh ya veo porque tan molesta

- ¿Celosa? - tenía una pequeña sonrisa al ver el interés en Heart, solo eso sabia su apellido

- Para nada y menos de una persona a la que no conozco.

- ¿y qué hace aquí?

- Su columna es la mejor que hay y la que hace que este periódico se venda como se vende...