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prólogo

Dicen que la vitalidad se revela no solamente en la capacidad de persistir sino en la de volver a empezar. Empezar de nuevo. Era tan fácil de decir y tan difícil de hacer. Todo el mundo cree que la vida es de color rosa; felicidad, risas, amistad, amor... típico. Pero no, eso es lo que te hacen creer, en todas partes donde mires, ya sean películas, libros... todo es comercial. ¿Nunca escucharon que la vida es muy perra y una contestación como: "vívela que sólo hay una."? Cuando se vive en la agonía no importa si son una, dos, o tres, sólo quieres que el dolor pare. La vida me dio un golpe, tan fuerte como una puñalada en el corazón, y tuve que aprender a vivir de nuevo, como si nada hubiera pasado. Pero no todo es malo. Durante dos años la vida me ha enseñado lecciones, también ha creado mi depresión, derrumbamiento, pero he aprendido a vivir con un vacío en mi corazón. El dolor te hace más fuerte. Me he dado cuenta que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia delante. La vida, la realidad, es una calle en sentido único. Lo que importa no son los años de la vida, sino la vida de los años. Y esto lo aprendí a base de golpes y palos. Para triunfar en la lucha de la vida o tienes una gran inteligencia o un corazón de piedra. Cuando crees que todo va bien, empieza a abrirse un agujero debajo de ti, que te deja sin escapatoría y te hace caer cada vez más bajo, más y más. A veces podemos pasar años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. ¿Sabéis lo difícil que es ser una persona cualquiera a que te miren como un bicho raro? Y lo mejor es que todo eso lo creo yo, para no romper más la grieta de mi vida. Querer pero tener que huir. Un ir y venir sin sentido. En el fondo son las relaciones con las personas lo que da sentido a la vida. La mía no lo tenía. Mi vida era como un cuento relatado por un idiota; un cuento lleno de palabrería y frenesí, que no tenía ningún sentido. Pero desde que llegaste, todo cambió. No sé de que manera darte las gracias por todo lo que hiciste por mí. Fuiste un súper-héroe. Y aunque sabía que no me llevarías volando de la mano por el mundo, sabía que era alguien importante en tu corazón. Al igual que tú en el mío. Sabía que no me ibas a dar joyas caras, pero a cambio de eso me diste amor. Sabía que no me ibas a regalar coches de lujo, pero me hiciste sentir querida. Por una vez, me sentí llena, con vida, capaz de hacerlo todo. Y no hay maneras de darte las gracias por lo que hiciste. Eres lo mejor que me pasó, y nunca me arrepentiré de haberte conocido. No me cansaré de decírtelo. Gracias por insistir. Gracias por ser simplemente tú. Gracias por todo. Fuiste, serás y eres mi héroe. Mi héroe sin capa. Y... te amo, Harry.