Marko Cullen

924 46 1
                                    

Marko se alejo de su familia, su tío Draco estaba algo nervioso por su hija, y el joven vampiro lo comprendia bien.
El amaba a Lexia y le dolía el verla sufrir, pero también sabia que la loba necesitaba su tiempo a solas. Ella habia pasado por mucho en su corta vida, y la esperanza de encontrar a su alma gemela era la ilusión de poder ser feliz. Pero Teddy no era exactamente lo que Lexia esperaba.
Marko estaba tan concentrado en sus pensamientos que no se dio cuenta que chocaba con una joven bruja.
-Disculpa no me di cuenta. Se disculpó Marko.
- No hay problema yo también iba distraída. Respondio Rose Weasley. -Yo pensé que no nos volveríamos a ver. Comento coqueta la chica; tomando el cuello de la camisa a Marko.
-Si bueno; era la idea. El joven vampiro solo miraba con pena a la chica frente a el. -Las cosas se dieron asi.
Pero de un momento a otro toda la atención de Marko fue a parar a espaldas de Rose, donde estaba Albus discutiendo con su hermano James.
-Ya basta James. Exclamaba molesto el joven brujo. -¿Por qué no puedes simplemente olvidarte de mi? Hacer como si no existiera.
- Por que eres una vergüenza para la familia. Exclamo James muy molesto. - No sólo eres una serpiente rastrera, si no que también eres gay. No podías desonrar mas a la familia. James levantó su mano para golpear a su hermano mas pequeño. Pero mientras Albus cerraba los ojos esperando el golpe, James era fuertemente sujetado por Marko.
- No me importa que seas su familia; vuelves a intentar poner un solo dedo sobre Albus, y sabrás de lo que un vampiro es capas de hacer. Hablo Marko sacando sus colmillos y lanzando al mayor de los hermanos Porter a unos metros de Albus. -¿Estas bien?
-Sacame de aquí. Lloro Albus sin poder controlar sus lagrimas. Su familia lo odiaba y a pesar de todo el mal que sus hermanos le hicieron el no podia odiarlos.
Marko sintió todo el dolor que Albus cargaba y se le rompió el corazón. El joven Porter era de un puro corazón y alma transparente. El no se merecía ese dolor ni ese sufrimiento. Y como que se llamaba Marko Cullen que nunca más Albus derramada ni una sola lágrima.
-Toma mi mano. Pidió Marko.
Albus sin dudar tomo la mano de ese chico que tanto le atraía. Dejándose guiar a cualquier lugar lejos del dolor.

Un viaje en el tiempo diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora