-¡Taehyung! ¡Yo quiero quedarme contigo! -fue el último grito que escuchó el castaño por parte de _____, antes de que Jungkook diera un portazo en la puerta principal.
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-¡Nunca serás feliz con él! -exclamo Jungkook- ¡Yo te hice mía a la fuerza...
El día en Venecia resultó cálido pero fresco al mismo tiempo. Un día perfecto para casarse con ____ Millers, pensó Jungkook.
Jimin estaba ayudándole con su traje, Jungkook era un manojo de nervios de la misma manera que ____. Le ayudo a escoger entre la corbata y el moño, y finalmente decidieron que el moño era la mejor decisión para un evento tan especial como ese.
Mientras tanto, ____ dejó que las estilistas continuaran tratándola como si fuera una muñeca, el maquillaje estaba listo, su vestido también, solo daban los últimos toques a su peinado para fijar el velo en su cabello. Cuando retocaron su maquillaje le entregaron el ramo de hortensias blancas, con el fino moño de color durazno.
Todo en su mente lo veía confuso, no podía borrar la imagen de Taehyung con su mirada y sonrisa encantadora. Estaba a punto de casarse con un hombre que se había dado cuenta recientemente que ya no amaba. Seguía poniendo el pretexto de que era muy joven para casarse. Pero en el fondo sabía que si Taehyung estuviera en el lugar de Jungkook, no le importaría si aún tuviera 20 años, _____ aceptaría enseguida casarse con Taehyung.
-Señorita Millers entendemos su emoción el día de su boda, pero evite llorar ahora -sugirió una de las estilistas al percatarse de sus ojos cristalizados. Ella asintió sorbiendo su nariz en un intento de eliminar sus ganas de llorar.
-Por favor, déjenos solas -ordenó su madre a los tres estilistas, ambas se mantuvieron en silencio. Su madre se acercó a ella enfundada ya en aquel vestido plateado, le ayudó a su hija a calzarse los altos tacones dorados. Y también le ayudo a ponerse de pie mientras ____ sentía que había olvidado como caminar en tacones- Mi pequeña _____, mírate, te vez más bella que nunca -le alago su madre plantándose a su lado frente al espejo.
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Ella solo se miró al espejo aun sintiendo el nudo en su garganta. No quería que se llegara el momento- ¿Qué tienes hija? ¿Que pasa? -preguntó su madre al observarla con la mirada perdida.
-No sé mamá, no sé que me pasa -____ comenzó inquietarse sintiendo que sus pulmones esta vez dejarían de funcionar realmente.
-Son lo nervios hija, tranquilízate
-No, yo... Mamá tienes que ayudarme
-Tranquila, mi pequeña, solo tienes que respirar, trata de relajarte -insistió su madre tomándola de los brazos, la abrazó y ____ poso su barbilla en el hombro de su madre. Cerró los ojos respirando profundo- Te ves tan hermosa -dijo su madre separándose de ella.
-Listo, nos vamos -la voz de Jungkook se escuchó detrás de la puerta, y ____ hizo una expresión como si hubiera escuchado que era la hora de su muerte, al escuchar la voz del hombre que se convertiría en su esposo en un par de horas. Esperaron a que Jungkook se adelantara y después de 15 minutos ella bajó junto con su madre hasta el living donde su padre las esperaba enfundado en el traje Saint Laurent.
-_____, tenias que ser mi hija -dijo su padre, a la vez que ella entrelazaba su brazo con el de él- Te vez hermosa, Jungkook tendrá una gran responsabilidad.
Ella solo le sonrió cálidamente, y salieron de la casa para subirse a la limusina negra, el chofer les abrió la puerta para que los tres subieran. Tenían que viajar por 45 minutos para llegar al lugar de la boda, pero con cada minuto ____ sentía ganas de vomitar, ganas de abrir la puerta de la limusina para lanzarse, salir corriendo hacia el aeropuerto y viajar a Corea para buscar al hombre que de verdad amaba.
Cuando llegaron al lugar de la boda, ____ apreció a lo lejos las sillas blancas, y la zona lista para celebrar su matrimonio. Era un castillo con una extensa villa entre las colinas, el mar junto a las largas playas, las enormes montañas de fondo y un extenso panorama considerado como patrimonio del territorio Veneciano.
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____ se adentró nuevamente a una habitación en el interior del castillo con vista hacia la villa tipo jardín, donde observó a Jungkook desde la ventana saludando a la mayor parte de los invitados. Los estilistas llegaron para darle un retoque final. Y cuando salieron sintió que la presión dejaba de punzar en su cabeza al observar a Harry y a Elle atravesar la puerta.
Harry llevaba un traje negro con una corbata, sus rizos tan casuales como siempre, mientras Elle tenía el cabello recogido en una coleta alta, con un vestido color durazno.
-¡Hey! ¿Como te sientes? -preguntó Harry, acercándose a ella. _____ se encogió de hombros tratando de parecer relajada.
-_____, ¿estas segura de esto?, porque yo podría planear una huida express de aquí -propuso Elle con los ojos verdes brillantes.
-Sabes que siempre he sido firme a mis decisiones -respondió _____.
-Bien, se que Taehyung tal vez no vendrá -supuso Elle- Pero ¿has pensado en una vida con el hombre que realmente amas?
-Tendré que aprender a amar a Jungkook de nuevo -dijo ____.
-Solo te dañas a ti misma -hablo Harry tomando su mano con la de él- Piénsalo ____, no te parece extraño que después de todos estos años te hayas reencontrado con Taehyung
-Las coincidencias ocurren a diario
-Es que eso no fue una coincidencia -insistió Harry- Él también te ama, al casarte con Jungkook estás aceptando una falsedad
_____ se giró nuevamente hacia la ventana para observar a Jungkook de pie en el altar. Jimin estaba a su lado riendo, mientras palmeaba su hombro, y los Jeon estaba de pie en la hilera contraria que la de su familia.
-Es hora -soltó ____ de la nada. Camino aún con las piernas temblando para pedir al personal que todos se alistaran, llamaron a su padre y ella se dirigió a la entrada principal del castillo.
-Te veremos ahí -dijeron Harry y Elle cuando pasaron a su lado para tomar sus asientos. ____ asintió con una sonrisa.
¿Qué estás haciendo?, hablo una voz en su cabeza. Solo vete, huye y se feliz con Taehyung.
Mientras esperaba a su padre en la entrada del castillo observó la salida más cercana y analizó que tan lejos llegaría corriendo si se quitaba los altos tacones. Eliminó esos pensamientos cuando miró al frente las altas puertas del castillo cerradas.
-¿Lista pequeña? -preguntó la voz de su padre plantándose a su lado.
