Secret.-Book 2-(Sirius Black)(Book1:JuegoDeSerpientes)

Capitulo 18

Aquel año paso rapido, mi padre no me habia buscado, pero sabia qué eso era gracias a mama, se le veia triste, sabia qué ella lo amaba tanto como lo odiaba, y trataba de protegerme. Por otro lado, yo trataba de disfrutar mi relacion con Sirius, la cual este año habia empeorado.

Primero, fue por mi culpa, Sirius y yo en este tiempo no tuvimos sexo y yo como una perra le rogue, me lo nego, por lo cual me enoje, ¿Por qué no queria sexo conmigo y con todas aquellas estupidas si? ¿No le hacia falta? Llegue a pensar que lo tenia con alguien más, le reclame y discutimos.

Segundo, mi hermano, Lucius cada vez le hacia notar qué el no me veia como una hermana, que el me conocia mas y me podia tener, y el me lo decia, Sirius me lo repetia constantemente, pero no podia aceptar qué aquel chico rubio con el que habia crecido no me queria como una hermana y por ello tenia que alejarme.

Y tercero, Severus, Sirius le habia hecho una broma a mi bello pelinegro y aunque le habia dicho qué lo perdonaria, no puedo, ¿llevarlo con Remus cuando va a tranaformarse? Estupido.

-Hija.—escucho decir a mamá. —El jefe de aurores ha venido a verte.

-Ahora bajo.

Me vestí lo más decente y casual que pude. Baje las escaleras nerviosa. Habia enviado una carta para saber si podia ser auror y hoy tendria un pequeño duelo con otro auror mayor que yo de unos 25, llamado Rufus.

Los vi a ambos sentados en los asientos de piel y los salude. Fuimos al patio trasero y el duelo empezo, hechizos volaban y yo bloqueaba los que podia y otros los esquivaba. Le lance algunos hechizos sencillos, y otros mas complejos, al final termine con algunas heridas y mi tunica llena de polvo, sangre y rota de algunos lados, pero sobre todo esto, me sentia bien.

-Bien hecho Señorita Malfoy. Comenzaras tu entrenamiento en diciembre y en enero empezaras con las misiones. Rufus—dijo señalandolo.—sera tu compañero, espero se lleven bien.

-Señorita Malfoy.—dijo Rufus dandome su mano.— Rufus Scrimgeour.

-Un gusto señor Scrimgeour.

Ambos se despidieron y yo entre de nuevo a la casa. Busque a mi madre y no estaba. Siempre me avisaba que salia. Tome mis cosas para la ducha y despues de salir de esta y vestirme, me apareci en el callejon Diagon. Vi algunas tunicas y vestidos. Y entonces vi a aquel joven que me hacia volverme loca. Cruzamos miradas y el sonrio.

-Señorita Malfoy, qué bien luce.

-Señor Black, ¿Qué hace aqui?

-Trato de encontrar bellas damas como usted.

Mi mano volo a su hombro y lo hizo sobresaltar.—¿Por qué fue eso?

-Por andar buscando mujeres.

-Me referia a ti, Bessel.

-No pluralises entonces.

Comenzamos a caminar y recorrer el callejon. Me habia dicho que seguia viviendo con los Potter y que eso lo hacia feliz. Al final, lo invite a casa. Depues de todo, nuestra relacion aun no termina.

-¿Mamá?

No obtuve repuesta. —Kinny.

-Si, ama.—dijo la elfina.

-¿Mi madre?

-No hay nadie, ama, el joven Lucius no estara en una semana y el joven Severus ha salido a su antigua casa.

-Bien, lleva fresas y chocolate a mi habitacion, pon whiskey de fuego.

-Como ordene.

La elfina desaparecio y yo jale a Sirius a mi habitacion. Al llegar las fresas y let demas qué pedi estaban sobre mi tocador, tome uno de los vasos y lleve el liquido a mi boca.

-Jane, te he extrañado, se que estas molesta aun. Te conozco.

-Si, y puedes quitar una de esas molestias justo ahora.

-Jane, te he dicho que no es necesario, ¿Asi me ves? ¿Como alguien qué solo quiere sexo?

-No Sirius, pero quizas y no quieres por qué alguien más te lo da.

-No podria, Jane, eres tan perfecta qué me imagino tu cuerpo unido al mio de mil maneras pero te veo tan insistente que no se si es por mi o porque piensas qué correre a alguien más.

-No Sirius, yo realmente quiero hacerlo, tengo ya 17 años, casi 18, quiero hacerlo y lo quiero contigo.

Sus labios tocaron los mios rapidamente y me desabrocho la tunica, sus manos recorrieron mi cintura y despues las llevo a mi espalda, donde estaba el cierre del vestido. Lo bajo despacio y me alludo a quitarmelo, dejandome en ropa interior. Me saque los zapatos y di un saltito para rodear su cadera, con torpeza le quite el saco y la camisa que tenia. Su boca chupo mi cuello y me hizo soltar un gemido.

Quitó mi sosten y se concentro en atender mis senos, senti como mordio mi pezon, mierda, grite y el me dio un pequeño golpe con la mano.

Le quite el pantalon y entonces el me saco los calzones, estaba desnuda ante el, como ya lo habia estado.—Preciosa. Completamente perfecta.

Beso mi vientre y entonces quito sus boxers, tomo su varita y apunto a mi vientre, fue entonces cuando los nervios se apoderaron de mi. El entonces me dio esa mirada de comprension y me alzo rodeando sus caderas de nuevo. Senti su punta rozar mi entrada, haciendome sentir escalosfrios.

-Relajate. Lo haré ya, ¿Vale?

Asenti y el tomo mi pierna pasandola encima de su hombro, entonces, se introdujo en mi, pegue in grito de dolor, el se detuvo y me acaricio mientras yo respiraba y me acostumbraba, introdujo mas haciendome apretar los ojos. Entonces, tomo mi otra pierna y tambien se la paso sobre el hombro, se introdujo por completo y comenzo a moverse lentamente. Quizas dos minutos despues, esto se comenzo a sentir increible, me moví con el, arriba, abajo. Hasta qué ambos llegamos. Fue genial.

-¿Otra ronda?—pregunte. El me vio sorprendido, pero acepto, y en segundos, ya lo tenia sobre mi de nuevo.