2

7 0 0
                                    


17 de mayo 2017

Querido Joel:

Creo que esto de las cartas dará un muy buen resultado, cuando finalicé de escribir la carta anterior me sentí realmente bien.

Hoy quiero hablarte de la vez que nos conocimos, no fue lo más normal, pero si fue lindo e incomparable.

Saliste gritando de tu casa, al darme cuenta de donde provenían los estruendosos gritos volteé a tu dirección encontrando a un chico alto de espaldas golpeando sin remordimiento alguno el poste de la luz, no te negare que me asusté mucho, pero sentí tu dolor (hasta la fecha no logro entender cómo fue posible sentirlo), me acerque a ti temiendo tu reacción, volteaste mostrando unos hermosos ojos avellana cristalizados, note tu rabia, tu impotencia y sin conocerme me abrazaste, ha sido el abrazo más hermoso de toda mi vida, comenzaste a llorar sin importar que demostraras tu lado más débil pero tu bien sabes que yo no lo considero así para mi aquello fue un acto de fortaleza y valentía, te dejaste llevar y hundiste tu cabeza en el hueco de mi cuello. ¡eres muy valiente mi amor! Nunca me canse ni me cansare de repetírtelo. Desde aquel día te robaste mi corazón y aliento, te adueñaste de mis pensamientos manteniéndome cautiva de tu sonrisa y hechizada por tu mirada, jamás te tuve miedo mucho menos lastima cuando me confesaste el porqué de tu actitud de aquel día, decidí quedarme a tu lado por amor.

Con cariño:

Sara


cartas a un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora