Prophecy

01~ El inicio del caos

"Nunca imagine que en pleno siglo XXI pagaríamos por lo que otros, años atrás, cometieron.

Papá  siempre decía que la sangre siempre atraía más sangre. Y que tarde o temprano todos recibíamos aquello que era nuestro. Incluso cientos de años atrás."
~

Miró hacia el cajetín oscuro que se encontraba en el salpicadero del coche, donde siempre dejaba el móvil. Miró la hora y apenas habían pasado unos minutos desde que Helen había llamado suplicando que dejara todo lo que estaba haciendo y corriera a salvarla otra vez. Jamás pensó que esta vez si hablaba enserio.

A veces pensaba que más que una hermana mayor era como su madre. Corriendo de un lado a otro por ella y aguantando sus llantos de primeriza universitaria.
Pero claro, su madre tampoco es que fuera el mejor ejemplo de todos. Tan obsesionada con su trabajo que no se había dado cuenta de que había perdido a su marido y que poco a poco perdía a sus hijas. Más ahora que Helen había montado sus maletas en el viejo Cadillac Escalade y comenzado su primer año en la universidad.

Aquel coche era el único recuerdo que las quedaba de su padre . No podía creer que ya hubieran pasado 4 años desde su muerte y mucho menos que las cosas fueran tan diferentes de como eran cundo el estaba aquí.

Bajó la radio mientras sonaba Grenade de Bruno Mars y el limpia parabrisas retiraban las incipientes gotas que comenzaba a caer. Retiró las llaves del contacto, había aparcado a escasos metros de la facultad de medicina, donde Helen estudiaba. Juliet siempre tenía suerte aparcando, aunque solo fuese en eso.
Suspiró mientras observaba cómo varios coches pasaban por mi lado veloces. Odiaba estos sitios, solo esperaba que los cinco años de universidad que le esperaban a su hermana menor fueran menos duros que los suyos.

– Mierda.– susurró rebuscando en la guantera un pequeño paraguas enroscado en una funda negra jaspeada. Lo había olvidado en la residencia.

Saqué mi bolso del coche y corrí hacia el techado de la facultad. Se anudó su pelo rubio en un moño mal hecho, como pudo se tapó con la chaqueta verde militar que había comprado meses atrás y corrió hacia el tejadillo que estaba ante la puerta. Seaford hoy estaba más frío que de costumbre.

Abrió las puertas y observó como la gente corría de un lado a otro apabullada. La policía estaba ahí e intentaba tranquilizar a la gente, que no paraban de gritar.
Solo tenia en mente una cosa, Helen.

– ¿A donde vas señorita? No puedes pasar.- la detuvo un hombre uniformado a la entrada del gran hall.

– Mi hermana, mi hermana pequeña me ha llamado que viniera a por ella.- refunfuñó sin poder evitar lo desconcertada que se encontraba.

– Juliet! Juliet  has venido! - gritó la dulce voz de Helen a sus espaldas.- ¡Dios mío pensaba que no ibas a venir!

– ¿que ha pasado?- preguntó inquieta al ver lo sucedido.

– Bajé a la sala de análisis, ya sabes.... a por unas muestras.-  Sonrió al escuchar esas palabras salir de su boca. Helen aún creía que Juliet no sabía lo que pasaba en las últimas plantas de los laboratorios de la facultad de medicina. Y tampoco se había dado cuenta que llevaba cuatro años asistiendo a esta universidad y que los rumores de que eran salas donde los estudiantes se liaban entre sí, por el morbo de hacerlo donde sus desquiciados profesores podían entrar en cualquier momento. -

Tampoco quería decirla que en más de una ocasión ella había bajado a ayudar a algún alumno de medicina. Hablaban de la extraña atracción que causaban los hombres con uniforme que intentaban salvar a la gente.

– Si , sigue contándome.- pronunció justo en el momento que abrazó sus brazos hundiendo su cabeza tras su cuello.Dejó salir un sollozo, raro en ella por que no solía llorar en público.