Capitulo uno

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En algún momento de nuestras vidas soñamos con podernos casar con el amor de nuestra vida, poder compartir sueños con la persona indicada, pero sobre todo, amar y ser amado. La mayor parte del tiempo buscamos a nuestro amor.

Por suerte, algunos lo encuentran, otros, simplemente se conforman con lo que encuentras, o encuentran nuestros padres. Mis padres.

Mis padres y hermanos festejan con el vino y pierna rellena que la familia Alba envío. Mamá no ha apartado los ojos de su plato, y yo no he probado bocado alguno de este festín.

No me casaría por amor, lo sabía desde el momento en el que mi padre entrego a Mariel a los Binder para contraer matrimonio con su hijo mayor, Peter. Un matrimonio que termino con dos hijos varones y la lamentable muerte de Mariel y su tercer hijo. ¿Yo también correría con la misma suerte?

-Come, mi pequeña princesa- me hablo mi padre- A tu hombre no le gustaras si estas demasiado delgada.

-No me apetece, padre.

-Entonces bebe vino, no nos dejes este festín- me ofrece de su copa.

-Robert, deja a la niña- Hablo madre con un tono demasiado bajo.

-Ella ya no es una niña, Anne- Deja la copa sobre la mesa- Será una magnifica esposa, y madre. Es más fuerte que Mariel.

-¡Más respeto a Mariel!- grito madre- ¡Ella merecía una vida más digna, no ser usada por un hombre como animal! ¡Tú la entregaste a la muerte!

Papá aparto la silla, la ira contenida está reflejada en sus ojos. No aparta la mirada de madre, ella se mantiene firme en su asiento, con la frente en alto, sin mostrar miedo alguno del hombre que está frente a ella.

-Escucha, Anne...- toma su copa, la mueve de manera circular, y bebe de su contenido- Será la mejor boda que el pueblo... ¡El maldito pueblo haya tenido!

-Suficiente- me levanto de mi lugar-¡Yo no quiero casarme con ningún Alba, ni Binder o cualquier rico mimado de aquí!- miro a mis padres, mamá está al borde de las lágrimas y papá con intenciones de querer terminar todo el vino- Iré a ver a Alex. No me esperen.

Tome mi abrigo del perchero, tomo mis llaves que guardo en el bolsillo del pantalón. Demasiada es la tensión en casa, saber que me casaría con un Alba me aterra. No importara el dinero que tuvieran, ni las grandes casas. No me casaría sin amor. 

Amor bajo estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora