Capítulo 15🌟

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A pesar de todos los intentos de Peter  Pan para no sentir coraje con Campanilla y poder comprender su situación, todos y cada uno de ellos fueron en vano

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A pesar de todos los intentos de Peter  Pan para no sentir coraje con Campanilla y poder comprender su situación, todos y cada uno de ellos fueron en vano.

No estaba enojado, o eso era lo que intentaba decirse así mismo para guardar la calma. Simplemente no podía perdonarla con tanta facilidad aunque de verdad quisiera hacerlo. Diría Wendy Darling, que estaba decepcionado.

La rabia lo consumió cuando supo que ella; su fiel hadilla, la que sabía con perfecto detalle como solían ser los planes y el carácter usurpador de James Garfio; había delatado el paradero de Moira y el de él a cambio de poder crecer un poco. No obstante, Peter no dijo nada que pudiera herir los sentimientos de su pequeña hada. Tan solo se limitó a asentir y abandonó el lugar. Sus sentimientos estaban hechos un desastre y no entendía por qué. A decir verdad, comenzaba a sospechar que su verdadero coraje no iba precisamente dirigido al pequeño ser volador que esta vez no lo acompañaba en su camino.

Tenía que admitirlo. Lo que más le dolió al escuchar la noticia no había sido el hecho de que Campanilla quisiera deshacerse de un complejo que la atormentaba, sino el saber que Moira aún se encontraba donde los piratas.

Aunque él lo negara; Peter Pan si solía ser un poco rencoroso y el hecho de que Moira se hubiera asentado unos días en aquel barco lo hacía sentir traicionado y aquel dolor no se llevaba muy bien con los pequeños y nuevos sentimientos que el muchacho estaba desarrollando hacia ella. Esos sentimientos que él ignoraba; pero sin duda alguna los tenía dentro de si.

Aun así, eso no lo contuvo en absoluto para salir en busca de la muchacha a toda prisa y que con ello Moira pudiera abandonar aquel navío pirata del que ahora era prisionera...

De algo sí podía encontrarse completamente seguro. Ahora él la necesitaba.

Días atrás, cuando el rubio pisó por última vez el cuarto donde se hospedaba su querida Wendy Darling; comenzó a reflexionar consigo mismo y a comprender que, tanto Moira como él, aunque solían pensar de una manera muy distinta sobre la forma de vivir la vida y en el significado que tenía la palabra crecer; si  tenían algo en común: Ambos deseaban escapar del tiempo. Cada uno a su manera.

Moira creciendo. Peter evitándolo.

Mientras Peter pensaba en ello durante aquel lúgubre día, Wendy Darling se mantuvo quieta sobre la camilla blanca con los ojos cerrados y respirando a manera pausada. Peter Pan solo se limitó observar las pequeñas pero notables marcas en el rostro de Wendy que sin duda alguna, contaban las historias y experiencia que la anciana había atesorado durante toda su vida. También se dedicó a analizar lo débil que esta se veía a simple vista... Y aun así, la personalidad que Wendy Darling poseía, no lo hacía mostrar en lo absoluto. Su carácter era tan simpático y radiante como el día en que ambos se conocieron por primera vez.

¿Y qué ocurrió con Peter Pan? (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora