#1: Hola, mundo cruel.

164 12 4
                                    



Para poder desarrollar interés en esta historia debo comenzar desde antes, unos días antes, cuando todo era normal.

La canción de "Heat Of The Moment" de Asia comenzó a sonar lo que hizo a Dylan despertar de golpe, automáticamente estiro la mano hacia la mesita de noche por un lado de su cama y trato de apagar la odiosa canción que la radio había puesto esta vez, pero falló, por accidente empujo el radio haciéndolo caer. Segundo radio roto en este mes.

Nota mental: Dejar de programar los radios y comprarse un despertador real.

Se levantó de la cama; se sentía como un zombie, la noche pasada se desveló leyendo "El gran gatsby" hasta las 5 am, así que solo había dormido 1 hora. Si, tal vez eso no es lo que las "chicas en onda" harían, pero es lo que Dylan más disfrutaba.

Se metió a bañar con agua caliente, pues estaba helando demasiado, Salió del baño sintiendo el tremendo frío que hacia afuera. Volteó hacia la cama de su compañera de dormitorio y mejor amiga y se encontró con una chica casi muerta en su cama, 15 minutos para que la clase comenzara y ella no despertaba aún.

—Mierda, ¡Megan, despierta! Se te hará tarde para ir a Biología.

La chica solo se movió un par de veces y siguió durmiendo.

—Megan, despierta —dijo Dylan más alterada—, recuerda que hay examen.

Esperó unos segundos pero su amiga no mostraba señales de vida.

—No me obligues a echarte agua encima, está helando, creo que comenzará a nevar.

—No quiero ir... Cúbreme, ¿sí?

—No, Megan, no te cubriré más, lo dije hace 3 semanas y lo mantengo, además tenemos examen de Biología, sabes que el anciano de William no nos dejará pasar si llegamos tarde.

—Agh, es verdad, ¿me podrías esperar?

—Sólo apúrate, tienes 12 minutos, iré por otro abrigo.

10 minutos después ambas tomaron rumbo a su salón, la escuela era bastante grande además de que estaban los dormitorios lo que hacía que tuvieran que aumentar la velocidad de su paso y el deseo de tener un auto. En especial cuando faltaban 2 minutos para entrar a la clase del señor William.

—¡Corre, Dylan! ¿De qué han servido esos 2 años de entrenamiento si correrás tan despacio? ¡Corre!

—¡Maldita sea, Meg! Estoy usando botas, no puedo correr, ¡espérame!

—El señor William nos cerrará la puerta.

Llegaron al salón justo en el momento en que la puerta estaba siendo cerrada. Corrieron más rápido y justo al llegar, la puerta había sido cerrada, tocaron un par de veces y se encontraron con un hombre gordo, con lentes y un terrible corte en su bigote.

—Señoritas, están retrasadas y es día de examen, ¿creen que las dejaré entrar?

—Por favor, señor William, tuvimos problemas con el auto y se nos hizo tarde —mintió Dylan.

—Bien, pero que no se repita o les bajaré un punto de su calificación final.

—Sí, sí, no sucederá otra vez.

Entraron al salón aún con la respiración agitada, algunos las miraban, otros estaban muy distraídos tratando de estudiar al menos un poco para el examen, otros en grupo desinteresados platicando sobre quién sabe qué. Dylan maldijo a su amiga por dentro, por su culpa no pudo estudiar ni un poco, se había programado perfectamente, llegaría 10 minutos antes y serían los que estudiaría pero no pudo hacerlo. La biología siempre fue su punto débil, era un completo desastre, sabía que reprobaría el examen.

bottle of money ➸ z.m (au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora