CAPÍTULO 10

578 113 28
                                    

Podía sentir su mirada tan llena de odio, tan llena de rencor. Yo lo ignoraba, por supuesto. Pero Ron seguía de insistente. Cada vez que me veía pasar junto a él sentía que me iba a golpear o que iba a amenazarme, pero nunca lo hacía, ¿lo recuerdas?

Así era mejor, suponía, no deseaba problemas pues de esos tenía suficientes.

—Joven Malfoy, ponga atención en clase —era el profesor Snape, su rostro mostrando irritación—, ¿o desea que baje puntos en su calificación?

Negué rápidamente, escuchando una que otra risilla de mis compañeros de salón, entre ellos Ron.

—No será necesario —digo tranquilamente—, pondré atención.

—Eso espero —él asintió al final, y continúo explicando su clase.

Así fue el día, de normal. Simplemente me dejaba llevar por las clases y el tiempo. O por lo menos hasta el descanso, cuando había escuchado que me llamaste y pediste hablar conmigo en privado.

No era mucho decir que estaba nervioso. Nervioso por tu cabello café oscuro tan despeinado. Nervioso por tus ojos verdes.

Simplemente estaba nervioso de ti. Todo de ti No tenía ni idea de lo que me ibas a hablar, pero no dejé que me vieras asustado, dudando. Sino debía ser fuerte, un hombre capaz y sin debilidades.

Porque tú eras, no, espera.

Eres mi debilidad, Harry Potter.

Una serie de cartas brevesWhere stories live. Discover now