NO Te Enamores De Mi **Completa**^

Prologo

Samantha

Hoy es mi primer día de trabajo, y como es costumbre en mi, otra vez voy tarde, tomo mi bolso y cierro la puerta del apartamento, el estacionamiento de discapacitados puede servirme, así que aquí vamos.

Subo en el ascensor, me dirijo al que será mi oficina a partir de hoy, seré editora en una de las revistas deportivas mas famosas en mi país, es emocionante para mi, pero lo confieso estoy nerviosa.

Una mujer de hermosas curvas quien me recibió la a primera vez me indico el camino hacia mi oficina.

—espero te sientas cómoda, es un gusto tener otra mujer aquí, esto esta plagado de hombres, ¿puedes creerlo?—

Su voz es alegre y sumamente sensual, me parece una buena persona, le sonrió y ella se apoya en mi puerta

—puedes llamarme para lo que necesites, mi extensión es la 2—dice con una sonrisa en el rostro
—gracias Christel— contesto

—llámame Chris... todos lo hacen— ladea la cabeza, estoy segura que no le faltan los cumplidos a esta chica

—gracias, contesto mientras coloco mi laptop, y observo el escritorio con una sonrisa, mientras me acomodo en mi silla... mi cómoda silla que bien se siente decir esto...

Necesito imprimir documentos, mi impresora aun no tenia papel, así que, era momento, salí de mi oficina y camine un poco encontrándome con Chris, ella era la asistente del director, y dije

—Chris, puedo preguntarte donde está el papel

—descuida, enviare a alguien con una resma

—no, no, no te preocupes, puedo ir por ella

—puedes tomar una del almacén—

—gracias— me indica con la mano donde puedo encontrar el almacen y la dejo parecia esta ocupada con el telefono y una columna entera de papeles

Entro en el almacén, pero no veo el papel, levanto mi cabeza y están en el estante de arriba, mi estatura no ayuda mucho, busco algo para subirme pero no veo nada a mi alrededor, me coloco en puntas, intentando tomar una de las resmas, pero no logro nada, descanso y vuelvo a intentarlo pero esta vez, veo una mano llegar primero y toma la resma de papel con facilidad.

Volteo y verlo y me deja inmóvil, pero el no parece sorprendido, se inclina un poco para quedar frente a mi y dice

—hola Sirena—

«que demonios»

Los nervios invaden mi cuerpo y camino hasta la puerta, el agrega
—Olvidas el papel Sam—

Giro hacia el, y me regreso a tomar el papel, el bota esa horrible sonrisa que me hacia temblar desde que estábamos en el instituto, estoy a punto de recibir un ataque cardiaco, «Dios... ¿que hace James aquí?»