Epígrafe

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Aunque uno tuviese la fuerza de siete,

También conocerá la Muerte;

No despertará con alas en el Cielo,

Ni lamentará las penas del Infierno.

Aunque fuera hermoso como las rosas,

Su belleza se nublará y decaerá;

Y por más que en el Amor descanse,

Su fin no será bueno jamás.


Charles Algernon Swinburne, El jardín de Proserpina. 

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