Cap XX Final

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Martes 12 de junio de 2104

Querida Keyla:

Hola. Soy Alêj. No sé si te acuerdes de mí pero... fui esa persona que no te pudo salvar de lo que la vida te tenía preparado. Nací en un pueblo muy lejano en un lugar inimaginable en una familia desconocida. Yo tenía un hermano gemelo. Y una madre. Mi padre había muerto a consecuencia de una epidemia que se había propagado. Por esa razón, mi familia y yo nos mudamos. A otro lugar igual de insignificante, pero más céntrico. Viví bien como un chico normal hasta los once años, cuando maté a mi hermano gemelo mientras jugábamos en el patio d nuestra casa. Quién iba a decir que un cuchillo sería tan peligroso en las manos de dos niños. Mi madre me comenzó a odiar con todas sus fuerzas. Y yo, sólo me podía sentir culpable, hasta tal punto que comencé a cortarme a mí mismo con el cuchillo que había matado a mi hermano. Quería sufrir lo mismo que el había sufrido. Pero nunca lo consideré suficiente. Yo no merecía mi vida. A los quince intenté suicidarme cortándome la venas, lo cual no me funcionó. Terminé siendo internado en un reformatorio de suicidas. Ahí me alejaron de todo. Me sedaban todo el tiempo. Vivía en una nube de inexistencia que sólo tú lograste despejar con tu presencia. Por primera vez en mi vida me dieron ganas de vivir. Verte era algo a lo que podía acostumbrarme. Y estar contigo era mi único motivo de felicidad. Me recordabas a mi hermano. Feliz ante todo, compartiendo tu felicidad. Me hiciste pensar que tal vez él en realidad quisiera que yo fuera feliz, porque él era así, feliz. Acercarme a ti fue toda una hazaña, y qué decir de la ola de sentimientos que azotó mi bahía de sufrimiento. Me dí cuenta de que había gente rota en este mundo a las que aún se podía arreglar. Gracias. Por darle un significado a mi vida. Por hacer de ella una vida de verdad. Por no dejarme mientras me tenías. Por aproximarte más porque sabías que yo estaba demasiado quebrado como para hacerlo. Y perdón... por no poder cumplir tu sueño de que yo viviera feliz. Porque sin ti en este mundo... no puedo hacerlo. Te amo. Y espero encontrarme contigo pronto, del lado de allá, donde yo debería estar desde un principio...

Hasta pronto, 

Älêj

Memorias de un suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora