CONFESIONES PARTE 2

4.9K 385 24
                                    

Cerré mis ojos esperando un beso de Jungkook pero en lugar de eso sentí su presencia alejarse de mí, su reputación ya no chocaba con la mía. Después de haber acariciado mí cabello lo sentí levantarse del suelo y abrí los ojos, el estaba abriendo la puerta de la habitación y salió sin decirme nada. Me levante del suelo y fui tras él.

- Adiós -dijo Jungkook girandose para mirarme-. Que te vaya bien en tu viaje.

- Adiós -le dije un poco lastimada cuando el se alejo y se perdió entre la gente que estaba en el aeropuerto. Me lastimada que se alejara de mí, definitivamente lo necesitaba para seguir viviendo. Conociendo a Taehyung yo sabía que lo más probable es que no volveríamos más a Busan y si eso sucedía quizá jamás volveria a ver a Jungkook. Irónicamente ahora tenía menos miedo de Jungkook que cuando lo conocí, irónicamente ya que ahora sabía que era un demonio y lo había visto matar gente y hasta me había dicho que iba a matarme.

Era casi imposible pero cada vez podía desearlo más y más, cada vez la atracción era mayor, y estar a metros de distancia de el para mí no era suficiente, sería aun peor estar a millas de separación. Me enamoré de un extraño, misterioso y peligroso "demonio" que acababa de conocer hacia un par de días,. Tal vez era la persona equivocada pero era el único que me hacia sentir algo en mí corazón.

- _______ -escuché llamarme Namjoon y me moví siguiendo su voz-. Taehyung esta buscandote.

Segui a Namjoon que me llevó con Taehyung que tenía una cara de querer matar a alguien.

- ¿Donde esta mi bebida?

- Me robaron el dinero -mentí.

- ¿Te robaron el dinero o me lo robaste? -dijo Taehyung.

- Yo no me robe nada.

Después de haber olvidado el tema y pasados unos minutos agonizantes llamaron para que abordemos a nuestro vuelo. La imagen de Jungkook era lo único que me venía a la mente y me golpeaba como un lastimoso recuerdo, podía incluso ponerme a chillar como una bebita estúpida al pensar en cuando volvería a verlo, wn cuando volvería a besarme, y en lo mucho que deseba sus labios. Al menos me hubiera gustado despedirme de el con un beso apasionado como en la novela que leí con Namjoon. En el avión Taehyung se sentó en medio de Namjoon y yo. Era un asiento para tres pasajeros en clase turista.

Seúl - Corea

De pie en plena calle Namjoon, Taehyung y yo buscábamos un taxi desesperadamente. Llavabamos más de una hora intentando que un taxi se detuviera, me sirvió para darme cuenta de lo difícil que resultaba en esos días encontrar transporte.

- Entonces caminaremos hasta un hotel -dijo Taehyung dejándonos a Namjoon y a mí atrás cuando empezó a caminar.

Empezamos a andar unas cuantas cuadras.

Las calles de Seúl estaban brillantes por el efecto del agua de la lluvia que aún no se secaba después de que ya había terminado de llover. A pesar del clima húmedo había bastantes personas en las calles con sus abrigos y paraguas.

Yo caminaba a las espaldas de Taehyung y Namjoon intentando con esfuerzo seguirles el paso. Me llevaban unos cuantos metros de ventaja adelante de mí, así que decidí apresurame y más rápidamente me adentre entre la multitud de gente que caminaba por esa misma cerca. Estaba casi corriendo para alcanzar a los chicos cuando choque fuertemente hombro con hombro con alguien que siquiera pude ver debido a lo rápido que estaba caminando. Volví mí mirada hacia atrás para pedirle disculpas a ese alguien. Cuando lo ví un estremecimiento azotó mí cuerpo, era un chico, estaba sábado su hombro supuse que era por el golpe que le dio. Era un joven parecido a... Jungkook. Pero lo mas sorprendente es que este no era Jungkook, el color de su cabello era negro, su cuerpo era parecido al suyo, su sonrisa era diferente, sus ojos cafés eran igual de hermosos, cada parte de ese chico era parecida, perfecta y hermosa. Si aquel chico no hubiese tenido el cabello negro, hubiera jurado que era Jungkook. Mi confusión era grande, ¿cómo era posible que existieran dos chicos tan perfectamente hermosos en este mundo? Prácticamente un sueño hecho realidad. ¿Jungkook me había seguido hasta Seúl? ¿Si no era Jungkook quien era y por qué era igual a él? La presencia del muchacho me hacia sentirme tan relajada, protegida, segura, a salvo, tranquila y llenaba mi cuerpo de una paz extraordinaria. Su rostro estaba iluminado, brillante y radiante que cegaba mis ojos. Era igual de perfecto. Llevaba puesta una camisa ajustada de mangas cortas que hacía notar los músculos de su abdomen y dejaba a la vista sus brazos.

Sus jeans de tela de pana de color gris ajustados hacían relucir aquellas piernas, casi sentí que estaba mirándolo desnudo por el hecho de que todas las personas a mi alrededor estaban cubiertas por abrigos y gran cantidad de ropa, pero él no llevaba más que unos jeans y una camisa con cuello en "V" Y claro unos zapatos iguales a los míos pero en color blanco completamente. Fijamente nos miramos eternos segundos, el sonreía, supongo que se reía de mi cara estupefacta y mi expresión atónita y confundída.

- ¿Jungkook? -le pregunte antes de pedirle mis disculpas y lo seguía mirando con perplejidad.

- ¡No! -espeto el chico-. Yoongi... Min Yoongi para servirte.

La misma condenada presentación diplomática, su nombre era igual de perfecto... ¿Yoongi? Me pregunte. ¿Min Yoongi? ¿Quién demonios es este? Extendió su mano para ofrecermela en gesto de presentación y yo dudé un poco antes de alzar mi mano con confusión para tomar la suya. Cuando tomé su mano me sentí estupendamente bien, era como si todo el tiempo hubiera estado sumamente lastimada y ahora él había sanado todas mis heridas con solo tocarme la mano. Era como conocer una parte del cielo. Tal vez el esperaba que le dijera mi nombre pero estaba enmudecida que nada salió de mi boca, ni la más mínima palabra logre expresar, ni un solo sonido.

- Discúlpeme -dijo luego de que soltó mi mano y lo ví alejarse y perderse entre el gentío.

- ¡_________! -gritó Namjoon del otro lado de la calle al verme parada como una estúpida con cara de un niño que descubrió que su padre era el que dejaba los regalos bajo el arbolito de navidad. Atravesé la calle a saltos instantáneos de no ser atropellada. La imagen de ese Yoongi idéntico a Jungkook, solo que de caracteres diferentes. Cada gesto era perfectamente parecido. Tenía que haber una explicación para todo esto ¿Seria un demonio también aquel Yoongi?

- ¿Que te sucede? -dijo Namjoon luego de que regresé junto a ellos-. Parece que hubieras visto un fantasma.

- No... -dije-. No es nada.

Enamorada de un demonio ( Jungkook y tu) EditadaWhere stories live. Discover now