Capítulo II:Tiempo a solas

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Se escucha el sonido del agua caer en la regadera de la casa, mientras se escucha la voz de Cristobal diciendo.

-Bueno ya estoy solo al fin, la verdad necesito salir pronto, tal vez logre despejar mi mente como dijo Reinaldo, no es mala idea en realidad.

Al salir de la regadera se denota la figura desnuda del joven en un enorme espejo, su cuerpo completamente desnudo, su piel blanca resalta y algo bronceada en su cara y brazos por el sol, sus glúteos con considerable musculatura al igual que su cuerpo, secando aun el agua de su pecho y abdomen para proceder a vestirse,mirándose en el espejo secando su largo cabello rojizo en flequillo que fácilmente lograba ocultar su ojo derecho,tomando una maquina de afeitar comienza a arreglar su barba dejándola semi afeitada, aun desnudo y viendo el espejo directamente a sus ojos cafés los que se denotaban mas claros al acercarse y dice.

-Bueno es hora de crecer Cristobal, es una vida muy larga para tirarse al suelo por alguien no?, es hora de dejarlo ir.

Al comenzar a vestirse decide ponerse un boxer de color rojo con negro ajustado,junto con unos pantalones completamente negros ligeramente apretados,para el calzado decidió usar su deportivos de color negro con ligeras lineas en rojo.

-¿Bueno ahora donde esta mi sudadera negra?

Mientras busca en su cómoda, logra encontrarla pero al sacarla logra encontrar una sorpresa.

-¡No por dios no es enserio!-Exclama Cristobal al tomar un cachetero de encaje de color rojo de su cómoda.

-No puede ser cierto esto aun esta aquí maldita sea por que...Bueno tendré que devolvérselo a Elizabeth si es que en realidad desea verme.-Una pequeña lágrima se desliza por la mejilla del joven.

-Recuerdo la última noche que lo hicimos ella sabe como me encanta el color rojo ya qué decidimos hacerlo especial por nuestro aniversario fuimos a cenar y al llegar a casa le avía preparado algo único llene la cama con pétalos de rosa al igual que una botella de vino de fresa para la ocasión música de ambiente suave y lenta para crear una gran atmósfera fue la última vez que la hice mía-Cristobal cabizbajo suelta una vez mas otra lágrima de dolor

-No no hay tiempo para llorar... No mas Cristobal, tengo que irme ya-Diciendo esto se levanta y seca sus lágrimas toma su teléfono de la mesa de la cocina al igual que su billetera y se dispone a salir de la casa

Al salir de su casa y cerrar, hace señas a un taxi en el cual sube.

-¿Disculpe caballero a donde se dirige?-Pregunta el taxista.

-Buenos días al centro comercial sambil por favor.

Seguido de esto, el taxi arranca asía allí, el joven saca su teléfono para ver la hora, viendo los 8:40, y se percata de un nuevo mensaje.

Un Amor de 24 HorasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora