diecinueve.

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"me entrego al vino por que el mundo me hizo así, no puedo cambiar
soy el remedio sin receta y tu amor mi enfermedad
estoy vencida porque el cuerpo de los dos es mi debilidad
esta vez el dolor va a terminar"

Viernes de cumpleaños, para nada agradable. Paloma se levantó con el sol del mediodía y el celular explotado de notificaciones. Su querido jefe le había dado el día libre como regalo y ella no podía estar más agradecida. Reus se había ido alrededor de las tres de la mañana y luego de eso, le había costado mucho conciliar el sueño. Quién podría, después de dormir con ese bombón. Miró su celular, con varias llamadas de su madre, mensajes de sus amigos y hasta de Julia, quién ya había organizado una salida en su nombre.

Habló con su mamá mediante vídeo-llamada mientras se preparaba el desayuno-almuerzo. Luego de cortar, escuchó el timbre en su departamento y fue a atender. Era el hombre de conserjería, quién llevaba en sus manos un paquete bastante grande, envuelto en papeles de colores con moño y todo.

-Lo ha dejado el correo esta mañana, señorita- le dijo cuando abrió la puerta.

Paloma le dedicó una sonrisa y tomó el paquete, algo curiosa por saber a qué venía todo esto. Destrozó el papel, para encontrar una tarjeta sencilla de color azul. La abrió y leyó el escaso texto expectante: "qué siempre seas tan feliz como cuando se te oye hablar de historia, cariños, Antoine" decía en una artificial cursiva.

Debajo de ella había un gran libro de historiografía europea, de tapa dura, hojas brillantes e imágenes a color. De esos que te pueden llegar a salir el sueldo del mes.
Paloma lo abrió y sintió la suavidad del mismo, nada que ver con las fotocopias y apuntes con los que había convivido tantos años para estudiar.

Quiso sonreír pero no pudo. Tomó su celular e inmediatamente le respondió el mensaje a Julia.

"Está bien, Ju
hoy salimos
pero nada raro, algo tranqui
y nosotras dos solas"

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Salir en invierno no era algo que a Paloma le gustase mucho. Salir en su cumpleaños, menos. Los 26 le estaban pegando fuerte y ya se estaba empezando a sentir como Rachel cuando cumple 30 en Friends.

-Vamos, Palo, avanza- le habló Julia, dándole un empujoncito para entrar al bar.

Agradeció que el lugar tenga calefacción y prosiguió a quitarse el tapado. Llevaba unas botas con taco, pantalón negro ajustado y una blusa de una sola manga color bordo. Estaba linda, aunque a ella no le importaba mucho aquel día.
Julia la llevó rápidamente a la barra y no fue discreta en hacer notar que su amiga cumplía años. El barman le sonrió y les hizo entrega de la cerveza que la española ya había pedido, aunque la no podía negar que estaba más interesada en la carta de tragos.

-Vale, ya. Cambia esa cara niña, cumples 26, no 70- le dijo, dándole unas palmaditas en el brazo.

-Ya se, perdón, no me llevo bien con los cumpleaños- confesó la argentina.

-Vale, vale, hagamos como que es cualquier noche ¿sí? Ahora, cuéntame lo de Reus, quiero detalles- agregó, se la notaba emocionada, Paloma no entendía que tanto esperaba de esa noche.

Cruzó sus piernas y dejó su celular en la barra, mientras tomaba de su vaso de cerveza.

-Oh, Reus, qué decirte de él...- comenzó.

El relato se extendió más de lo que pensaba. Claro que en el medio se iban de tema, daban opiniones y aclaraban datos, pero Paloma solo dió cuenta de cuánto había pasado cuando contó las cervezas que se había tomado.

paloma. || antoine griezmann ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora